El próximo miércoles la Selección Nacional enfrentará, en duelo amistoso, al combinado de Costa de Marfil allá en Nueva Jersey, en lo que parece el inicio de la última carcajada de la cumbancha para la dirección técnica encabezada por José Manuel de la Torre, a quien los propietarios del circo le pusieron, en una junta celebrada a puerta cerrada en casa de Justino Compeán, las peras a veinticinco si no logra la victoria en los duelos eliminatorios ante Honduras y Estados Unidos.
Como toda reunión que se precie de tener a personajes de prosapia, no faltó el soplón que ventiló lo que ahí se trató, contando que la voz cantante la llevó Andrés Fassi, alto directivo de los Tuzos del Pachuca, quién le pegó un gran regaño al "Chepo", tachándolo de necio por insistir en un esquema táctico medroso y de negarse a convocar a jugadores naturalizados.
Pues nada, que la reprimenda parece haber rendido frutos ya que, como dice el dicho, el que con leche se quema hasta al jocoque le sopla, José Manuel decidió no poner en peligro su chamba y acató lo que los jerarcas le sugirieron, convocando para el duelo en el gabacho país a Christian "Chaco" Giménez y a Damián Álvarez, esperando cambiar el maltrecho rostro de la escuadra tricolor.
El volante de Cruz Azul, con un tono típicamente sudamericano, ha dicho que él no es la solución. Queda claro que en el futbol moderno no se puede depender de un solo elemento, aunque se llame Lionel Messi, pero siento que el "Chaco" ya se curó en salud, mientras que Damián viene por una revancha ya que en su anterior llamado sólo le dieron quince minutos para mostrar su valía.
O sea que el plan "B" de los federativos son los naturalizados. Flaca parece la apuesta mientras los nacidos en suelo patrio sigan arrastrando la cobija con un nivel lejano al óptimo y me refiero concretamente a Andrés Guardado, Francisco Rodríguez el "Maza", Giovani Dos Santos, Pablo Barrera y Javier "Chicharito" Hernández, sólo por mencionar a algunos.
Considero que por calidad no se puede regatear a los convocados que obtuvieron la nacionalidad azteca vía la naturalización. El tema es la forma, para variar desaseada, en que llegan a ponerse la casaca verde. Otra pregunta será si son capaces de asumir el liderazgo acéfalo al interior del combinado nacional.
La buena noticia es que Oribe Peralta, luego de una soberbia actuación el domingo pasado en la cancha del Toluca, muestra que está física, mental y futbolísticamente de regreso. Ante la ausencia de un referente de gol que no junta media hora de partido al mes con el Manchester United, el "Cepillo" puede convertirse en el verdadero salvador del cuello de José Manuel, de la eliminatoria y reverdecer los laureles cosechados con la selección olímpica en Londres, hace apenas un año.
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