Las tías viejitas decían que después del "grito", el año prácticamente había acabado. Yo escuchaba las pláticas de estas ruquitas y me invadían sentimientos ambivalentes: Por un lado, el gusto de salir de vacaciones y recibir a Santa Claus, pero por el otro una indescifrable angustia de pensar que la mitad de septiembre y los meses de octubre y noviembre fueran borrados de nuestro calendario.
Sin embargo, algo de razón tenían las senectas, ya que efectivamente, de aquí en adelante el tiempo se pasa volando y cuando acordamos, ya estamos adornando el árbol navideño y cantando el "yingolbel, yingolbel".
Mientras esto ocurre debo decir que, para muchos, la vida carece de sentido en este momento. La selección nacional está a un tris de quedar fuera de la copa del mundo de Brasil, al "Canelo" Álvarez le propinaron una verdadera tunda y los Pumas de la Universidad están convertidos en gatos capones, incapaces de reaccionar ante los embates de los contrarios y arrastrando la cobija hasta el grado de la lágrima.
En el tema del tricolor no es un asunto menor. Independientemente de la millonada que perderían los patrocinadores y demás empresas involucradas si la selección no asiste a la cita mundialista, está ese otro intangible que se llama "humor social".
Los detractores del deporte de las patadas dicen que es "pan y circo" para entretener al pueblo. Pues sí, tienen razón, el año mundialista desinfla muchos conflictos y el grueso de la población se da un respiro para ilusionarse, como cada cuatro años, con ese papel histórico que todavía no miran nuestros ojitos.
Si yo fuera político, que gracias a Dios no lo soy y eso me permite conservar en estado virginal mi conciencia, estaría más que preocupado. Y si fuera directivo estaría instalado en la histeria ya que no es improbable que México se quede sin Mundial.
Se ha vuelto mandatorio derrotar a Panamá y arañar un punto al menos en Costa Rica para acceder, ¡hágame usted favor! a la repesca ante Nueva Zelanda, eso sí, al grito de "sí se puede". El mundo al revés.
Sin pretender erigirme en crítico de boxeo, me queda claro que Saúl Álvarez está a años luz de ser un dominador del ring como lo es Floyd Mayweather Jr. Simplemente no existió y recibió una cátedra del morenazo quien por cierto, de tan mamón pasa a ser hasta simpático.
Lo que quedó de manifiesto es que al "Canelo" le han puesto hasta antes del sábado a puro "bulto" para su lucimiento. Nomás lo agarró él de a deveras y le metió las manos a placer.
El caso de Pumas es terrible y patético. Cambios en la directiva y la dirección técnica y el equipo sólo muestra que está mal planeado, mal construido y mal ejecutado. Ya ni siquiera en el tema físico compite con los adversarios y C.U. no pesa en el ánimo del visitante. Lo dicho, la vida así no tiene sentido.
apbcarter_1@hotmail.com