Después de algo de polémica, por tercera vez un partido del Santos Laguna jugado en viernes por la noche fue un éxito, ahora el récord bajo las Friday Night Lights es de dos ganados y un empate. Todo se alineó para los Guerreros y su gente, frío y viento cortante toda la semana, llega el viernes y un clima espectacular, más de 25 mil aficionados decoraron el magnífico escenario, las Chivas volvieron a caer en el territorio más inhóspito para ellos, el desierto lagunero. Ya son seis seguidos que no la ven llegar los tapatíos y cinco años de sequía en estas áridas tierras.
Dicen que el marcador más engañoso puede ser el 2-0 durante el desarrollo del partido, pero en el caso del juego entre Santos Laguna y el Guadalajara lo engañoso viene al final del encuentro. El equipo que dirige Pedro Miguel Faria, mejor conocido por la banda como el "Caixinha", corrió con suerte y con un monumental Oswaldo Sánchez que cada vez que ataja como lo hizo el viernes pasado le hace un homenaje a los grandes arqueros cuarentones como Dino Zoff o Lev Yashin.
Otra vez un inicio de vendaval para los laguneros como en el Alfonso Lastras, pero al no caer el gol que justifique el gasto, el equipo se empieza a diluir hasta pasar de dominador a dominado. El viernes, Benjamín en su regreso abrupto al Corona arrancó respetando al local y de ahí sólo un gol en contra lo sacaría de su plan. El mejor delantero de la Liga apareció con esa inesperada y fina pierna zurda para acomodar el balón incomodísimo para Michel, minuto 35, plan "B" para Benja, que soltó a sus chavos bajo la guía de ese estupendo jugador que es Marco Fabián, sobre todo en los primeros minutos del segundo tiempo Santos fue avasallado, empujado hacia su arco, como un boxeador que se arrincona y sólo espera no ser noqueado, dos joyas de Oswaldo abajo y arriba, cuando fue vencido por un fogonazo del relevo Emmanuel Hernández apareció el travesaño para frustrar a las Chivas.
Agobiado él y su equipo, don Pedro ingresó al Rodo Salinas para jugar de plano con tres contenciones, arriba se morían de hastío Oribe y Calderón, sin Lugo y sin Darwin ¿quién demonios los iba a proyectar? Y apareció el catalán como un faro en medio del caos creativo de la media santista, por fin otro pase vertical entre los centrales jaliscienses, Ponce nunca le encontró el perfil al balón de Crosas y Álvarez consintió al killer de la partida, el resto ya es rutina para Oribe. Parte externa reaparece el vetusto "pase a la red", juego finiquitado.
Nos quedamos con las ganas de ver a estos dos rivales completos, Cejas y Rentería deberán de darle mucho más punch al ataque, mientras que la ofensiva chiva sin Sabah y Márquez Lugo se hunde con un cubo de hormigón atado a sus tobillos.
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