Mientras a Tigres, o mejor dicho, a Ricardo Ferreti, de manera insolente e incluso sicópata hace menos la Concacaf Liga de Campeones (como si él dirigiera en la Premier League) a otros como el Santos Laguna no sólo la toman en serio sino que se les ha vuelto un objetivo primordial para alcanzar el aparador internacional. Uno de los partidos más dramáticos y emocionantes de todos los tiempos se dio precisamente en este torneo, el pasado 5 de marzo se cumplieron cuatro años de esta gesta heroica.
Cómo olvidarlo, primera edición del actual formato, 2008-2009 Santos Laguna gana su grupo con diez puntos, en los cuartos de final cae de manera inesperada en la ida ante el modesto Impact de Montreal 2-0, en el de vuelta, teniendo como escenario el Viejo Corona, Chucho Benítez marca al 15, global 1-2, pero entonces se venía la hecatombe, Brown al 24 y Sebrango al 37 ponían las cosas 1-4, los Guerreros tenían que marcar cuatro goles y quedaban 35 minutos de juego, Matías anotó al 55 y al 74 pero se llegó el minuto 90 y aún hacían falta dos más, Roberto Moreno, árbitro panameño, agregó cinco minutos.
El Coronita crujía y se venía abajo con el ensordecedor apoyo y el grito ya muy conocido pero que se oía como la primera vez "¡¡¡sí se puede, sí se puede!!!", minuto 91 restaban cuatro y había que hacer dos goles, ¿cómo demonios lograrlo?, los canadienses se amontonaban desesperados en su área como náufragos que veían llegar la descomunal ola que amenazaba con volcarlos, no había espacio para la paciencia, ni para ninguna planeación o estrategia había que ir con todo al abordaje y estos últimos embates tenían que ser encabezados por un anárquico, por un extravagante, por un inconsciente, por un desmesurado del juego.
Señores y señoras les presento a Carlos Darwin Quintero, sí, este rompe-esquemas desquició a lo que quedaba de la resistencia del Impact, al 92 cayó el gol de Darwin y el global se empataba a cuatro, no bastaba, uno más, la gente no gritaba aullaba pidiendo el quinto, menos de un minuto, cada vez que Moreno volteaba a ver su reloj el público le mentaba la madre, los segundos corrían 60, 59, 58 y….¡¡¡Darwin!!! anotaba el quinto, cinco a cuatro el global, el Coronita desfalleciente todavía soportó el estallido de júbilo de los laguneros, y entonces lo insólito, la cerveza, líquido más que vital en nuestra polvosa región, voló de un lado a otro, todos nos bañábamos locos de felicidad, habíamos sido testigos de uno de los partidos más electrizantes de la historia de nuestro amado club, en el torneo y contra el rival más inesperado.
Corrí al campo para entrevistar al héroe, encontré a Darwin cerca de la portería donde había marcado sus dos goles, le pregunté "Darwin, da la impresión de que toda la estrategia que se ensaya en la semana a ti al final te vale y juegas como te pega la gana, ¿es así? Y respondió: "sí es así, yo concibo el juego de una sola manera y es inspiración e improvisación pura", más claro ni el agua.
El camino para los Guerreros en esta edición 2012-2013 rumbo a Marruecos luce optimista, faltan cuatro partidos, ojalá y se logre por fin el objetivo, esta afición ya lo merece, por lo pronto la afición santista de Lerdo ya estamos juntando para invadir Marruecos, ¡cómo de que no!.
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