Es un tema chocante y se ha tratado multitud de veces y cuando parece superado regresa y ahora con más fuerza, los naturalizados, sí señores, otra vez y ante la flagrante ineptitud de la Selección Nacional de José Manuel el tema y la posibilidad vuelven a la palestra (dícese palestra al espacio para practicar la lucha y el boxeo en la Grecia antigua. De nada). El incómodo tema cobró mayor fuerza esta vez con el anunció de que dos competentes volantes nacidos en Argentina, Christian Giménez y Lucas Lobos, han recibido su carta de naturalización como ciudadanos mexicanos y están de acuerdo en caso de que el inefable Chepo los convoque a defender la tricolor.
El asunto es … ¿Ya tiramos la toalla? ¿Nos resignamos de una vez y para siempre que con un equipo de nacidos en México nunca vamos a trascender? Se acabó, lo reconocemos, necesitamos de la ayuda de foráneos formados como futbolistas a miles de kilómetros de nuestro país, con Chaco y Luquitas en lugar de Giovani y Fabián las cosas cambiarán radicalmente, ¿será? Y bueno por qué no, ya entrados en gastos, ¿qué tal un par de centrales? ¿Un lateral derecho? Insisto ¿se acabó? Llevados por la desesperación ante las míseras exhibiciones de nuestro representativo mayor se va por la fácil, futbolistas ya hechos fuera de nuestras fronteras en lugar de trabajar en los nuestros, ¿esa es ahora la idea?
¡No! ¡ Mil veces no!, no puede ser, sigamos intentándolo con los nuestros, sigamos señalando las idioteces que suelen cometer directivos y entrenadores de nuestra Selección, sigamos cuestionando convocatorias absurdas, sigamos diciendo no a los naturalizados, continuemos trabajando con nuestros futbolistas con el riesgo que esto lleva.
Sí, de acuerdo, estamos otra vez al borde del fracaso, si no se clasifica al Mundial es porque se llegó al fondo de la ignominia, más bajo no se puede caer, pero con muchachos todos nacidos en México, y así, con ellos y con los que vengan, empezando de menos cero tendrá que venir la reconstrucción en búsqueda (una vez más) de la trascendencia internacional, pero con futbolistas nuestros, nacidos y formados en nuestro país.
Sí, ya sé, vivimos en tiempos de globalización donde la palabra extranjero debería de significar cada vez menos entre seres humanos, que otros países han recurrido a naturalizados, también lo sé y siempre ponen como mejor ejemplo a la gran Alemania, sólo que no aclaran que dos de sus estandartes naturalizados, Miroslav Klose y Lucas Podolski, nacidos en Polonia ambos, llegaron con sus familias a Alemania siendo niños en busca de una mejor vida, Podolski a los seis años inició su camino en las inferiores del Bergheim y de ahí al Colonia. Klose inició su carrera en el Kaiserslautern también muy chavo, como verán, es diferente irlos formando, porque significa trabajo, paciencia y visión que convocarlos ya hechos y derechos como futbolistas, así no hay mérito para nadie. Admiramos y respetamos a Lobos y Giménez pero seguimos creyendo que cuando llegue la ansiada trascendencia, quedar en los primeros cuatro en un Mundial, por ejemplo, la alegría será mil veces mayor si se llega hacer con sólo paisanos.
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