A los aficionados a los Bravos de Atlanta y Acereros de Pittsburgh nos ha ido como en feria, pero como en feria lagunera y sus "grandes elencos artísticos". Las últimas seis veces que mis Bravos han llegado a las series divisionales, mismo número de ocasiones que no han podido llegar a la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional. En cuanto a mis Steelers navegan entre el Titanic y el Poseidón, o sea, rajados por un iceberg o navegando patas para arriba. Veamos, incluyendo la pretemporada mis adorados Acereros tienen un deshonroso récord de 0-8, es decir, no han ganado un juego en lo que va del año.
¿Qué se le puede sacar de provecho cuando tus equipos favoritos caen en este tipo de horrendas rachas? "The Purge" my friends, "The Purge". Que se traduce "La Purga", déjenme les cuento, existe una película bien fumada que trata de que una vez al año y por doce horas el asesinato es legal, supuestamente para deshacerse de los indeseables, usted sabe, mendigos, minorías, pobres y uno que otro vecino paletón. Sin irse a esos extremos los malos tiempos de tus equipos favoritos ayudan a diferenciar entre el verdadero seguidor y el de ocasión. O como diría el gran Manuel Alejandro: "El que ama no puede pensar todo lo da, todo lo da, el que quiere pretende olvidar y nunca llorar y nunca llorar". Así es o amas a tu equipo o solamente "le vas".
Seguramente aficionados de ocasión cuando reciben la pregunta socarrona: Y tus Acereros, ¿irán a ganar un día un partido? Responderán: "Ah, yo ni les voy tanto, como que me vale un poco" a esos se les aplica "La Purga" adiós, bájense del camión acerero, búsquenle por otro lado. Si eres apasionado de tu equipo y sobre todo, si tu equipo tiene una historia ganadora tienes que resistir la "carrilla" proveniente la mayoría de las veces de una muchedumbre de resentidos que tienen por equipo favorito a franquicias que tienen años sin ni siquiera acercarse al gran juego, entonces aguardan con paciencia de usurero, esperan la racha negativa de tu amado equipo para caerle encima sin piedad alguna, resiste, cuando estés frente a frente con alguno de estos seres sonríe con una mezcla de conmiseración y desprecio, que tu "simpático" interlocutor se dé cuenta sin duda alguna de que no tiene la menor idea de lo que habla, que está a años luz de comprender la grandeza de tu idolatrado equipo. Déjalo que se dé, tú estás blindado contra toda carrilla por tu amor incondicional a tus Acereros, esa es tu armadura y créeme, resiste todo.
Pero esto pasa, así es y así siempre será, es cíclico. Imagínate amigo Steeler, tu servidor apechugó años de miseria, por ejemplo, el lapso entre 1985 a 1991, siete años, siete temporadas seguidas y una sola clasificación, como comodines en el 89 para caer después en los divisionales contra los Broncos. ¿Disminuyó en algo mi amor por los de oro y negro? Ni un méndigo ápice, al contrario se fortaleció. Ama a tu equipo, síguelo, diviértete, sufre, discute con tus amigos, nada tiene de malo, al contrario todo tiene de bueno, es sano. Ya sé que hay mil cosas más importantes en la vida, por supuesto que sí, que nadie lo pierda de vista, nadie dice lo contrario, pero cuando tomas un respiro en este país tan atribulado, nada como sumergirte en la pasión de tu equipo favorito.
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