Grupos de manifestantes volvieron a marchar ayer, viernes 21 de junio de 2013, en el barrio Barra da Tijuca en Río de Janeiro (Brasil) aunque sin la intensidad de las jornadas anteriores. (EFE)
La FIFA aseguró que no contempla cancelar la Copa Confederaciones debido a las violentas protestas que ocurren en Brasil.
Cerca de un millón de personas salieron a las calles en más de 80 ciudades el jueves por la noche para protestar contra el gobierno, al que acusan de corrupción, de no invertir en los servicios públicos y de los altos precios.
La policía lanzó gases lacrimógenos y disparó balas de goma en Río de Janeiro, donde más de 300,000 personas protestaron en la ciudad donde el jueves jugaron España y Tahití, y que será la sede de la final de la Confederaciones el 30 de junio.
Pero la FIFA asegura que la Copa no peligra.
"Ni la FIFA ni el COL (comité organizador local) han siquiera discutido la posibilidad" de cancelar el torneo que sirve como ensayo para el Mundial de 2014, indicó la FIFA en un comunicado. "Ni la FIFA ni los organizadores locales han hablado de esa posibilidad".
Las protestas más grandes se produjeron en Río de Janeiro, donde más de 300,000 personas salieron a la calle y fueron reprimidas con balas de goma y gases lacrimógenos.
Las protestas son frecuentes en Brasil, un país de 190 millones de habitantes, pero nunca se habían visto manifestaciones tan grandes e intensas como las de la última semana.
Comenzaron como protestas contra los aumentos en las tarifas de autobuses y trenes subterráneos, pero se fueron ampliando y ahora hay todo tipo de denuncias. En varias ocasiones la policía reprimió las manifestaciones por la fuerza y hubo enfrentamientos.
Una de las quejas más comunes es por la inversión de miles de millones de dólares en estadios con miras a la Copa Mundial del año que viene y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del 2016.
El gobierno proyecta invertir 13,300 millones de dólares en estadios, renovaciones de aeropuertos y otros proyectos relacionados con la Copa Mundial.
"Queremos hospitales y escuelas entre los requisitos de la FIFA", decía un cartel en las afueras del Estadio Maracaná de Río el jueves, antes del partido de España con Tahití.