Platiqué con taxistas, camareras, mozos de hotel y encargados de tiendas y restaurantes en Acapulco. Después de varias semanas de inactividad laboral, debido a los grandes daños ocasionados por las tormentas, la situación vuelve a la normalidad y hoy, todos están agradecidos por tener de nuevo la bendición del trabajo y se muestran optimistas. Algunos signos de la destrucción ocasionada por las tormentas aún se encuentran visibles, pero Acapulco está de nuevo en pie. El sector minero, igual que hace dieciséis años cuando el huracán "Paulina" azotó a este bello puerto, los apoyó una vez más con la Convención Minera. La solidaridad de los mineros con su 30ª edición de la Convención dejó en Acapulco, en una semana, una derrama superior a los 250 millones de pesos. La ocupación hotelera que una semana antes de este magno evento era del 19%, con los convencionistas, expositores y visitantes de la Expo Minera, aumento al 48% con la ocupación de 13 mil cuartos. El Comité de Damas de la Asociación de Ingenieros de Minas, Geólogos y Metalurgistas de México apoyó al pueblo de Guerrero con un gran cargamento de ayuda humanitaria.
En la inauguración de este importantísimo evento de escala internacional participaron representantes de: China, Sudáfrica, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Chile, Australia y Argentina, ante la ausencia del Presidente de la República, el Presidente de la Asociación, el duranguense José Martínez Gómez urgió a la Federación a dialogar para evitar una crisis en el sector ante la posibilidad -hoy una realidad en la Cámara de Diputados- de que el Congreso de la Unión apruebe un gravamen tributario adicional del 7.5% a la minería y que, como consecuencia de ello, se desencadene una desinversión en este importantísimo sector y la relocalización de proyectos hacia otras naciones en lugar de México. En su discurso, Martínez Gómez lamentó que hasta ahora, los argumentos que se han presentado en contra de la aplicación del gravamen, no hayan sido escuchados por el Gobierno federal.
La elevación de impuestos a la producción minera con un 7.5% adicional, colocaría a México como uno de los países más caros en materia tributaria y sacaría a nuestro país de la competencia mundial por la atracción de capitales destinados a la minería. La industria minera es la cuarta industria más importante de México generando más de dos millones de empleos directos e indirectos y hoy más que nunca, requiere todo el apoyo del Gobierno para continuar generando inversión y empleo.
Cuando tomó la palabra el gobernador de Guerrero Ángel Aguirre, tras agradecer el compromiso social que los mineros han tenido para Acapulco, primero con "Paulina" y hoy con "Manuel", afirmó que "nobleza obliga a nobleza y lealtad obliga a lealtad, por eso es mi deseo coadyuvar para que se produzca el primer encuentro entre el Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong y los representantes del sector minero aquí en Acapulco".
Durante la Asamblea del Organismo Latinoamericano de Minería (OLAMI), en el marco de la Convención, su Presidente, Alberto Salas, sostuvo que la actividad minera en Latinoamérica está en riesgo ante la falta de reconocimiento de los gobiernos de que la minería es un importante motor del desarrollo económico de las naciones, con efecto multiplicador y con mejora sustancial en la cadena de valor. Hugo Nielson, Secretario General de la OLAMI y representante de Argentina lamentó que su nación se encuentre hoy en una situación desfavorable como la de México, debido a que se pagan muchos impuestos y aún así, los senadores y diputados discuten la imposición de nuevos gravámenes.
De acuerdo con Humberto Gutiérrez-Olvera Zubizarreta, Presidente de la Cámara Minera de México, "Más que impuestos, la minería en México necesita de políticas públicas que fomenten su crecimiento, que reconozcan y fortalezcan la pequeña minería y consolide este sector estratégico del país, lo cual permitiría un crecimiento acelerado de la industria y, por consecuencia, una mayor generación de empleos y una mayor recaudación de impuestos".
Hasta el año 2012, la industria minera mundial ha soportado las consecuencias negativas de la recesión del año 2007 en los Estados Unidos, la cual tuvo efectos en Europa y se transformó en una crisis mundial en el año 2009. Ante esta incertidumbre, la minería mexicana ha crecido y el año pasado tuvo una inversión record de $8,043 millones de dólares, creando 18,833 nuevos empleos directos. México se perfila internacionalmente como una nación excelente para las actividades de exploración minera. Con un 70% del territorio nacional sin explorar, México es hoy el país más atractivo para la inversión de empresas globales en todo Latinoamérica y es el cuarto a nivel mundial.
La Cámara Minera estima que más de 15 nuevas operaciones mineras de clase mundial iniciarán operaciones entre los años 2013 y 2015. Nuestro país ocupa hoy el lugar número 11 en la producción mundial de oro y mantiene su posición de primer lugar mundial en la producción de plata estableciendo en el año 2012 un nuevo record de producción con 5,358 toneladas y en la producción de cobre, México tiene el lugar 9 a nivel mundial. En el año anterior, se invirtieron, sólo en exploración, $1,200 millones de dólares por 439 empresas en 1,172 proyectos.
Por otra parte, la industria minera continúa trabajando fuertemente en la seguridad, siendo ésta su principal prioridad. En el año 2003 la tasa de accidentes era de 8.3% y en el año 2011 fue de 3.2% y la meta es que todas las empresas mineras continúen con sus esfuerzos en esta materia. La Cámara Minera organiza cada dos años la Convención de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería con el objetivo de compartir nuevas tecnologías y nuevas prácticas de seguridad.
Los dos principales argumentos de las empresas mineras en contra de la propuesta de nuevos impuestos son: a) esta industria ya hace contribuciones significativas para el desarrollo social -salud, cuidado del ambiente, sustentabilidad, etc.- de las comunidades en donde se encuentran establecidas; b) de aprobarse, este impuesto adicional llega en una etapa muy crítica de incertidumbre y caída de los precios de los metales. La minería no desaparecería, pero la inversión disminuiría drásticamente, el gobierno debe tomar en cuenta que muchos proyectos de exploración no llegan a la fase de explotación y el capital invertido no se recupera, además, no todas las utilidades de la industria minera se van a manos de los inversionistas, una gran parte de ellas se utilizan en proyectos de exploración.
Las empresas mineras mexicanas están siempre listas para contribuir al desarrollo económico de nuestro país, pero ello solo es sostenible con un régimen de impuestos que dé certidumbre a las inversiones. Esperemos que la Cámara de Senadores considere todo lo anterior y detenga este intento de nuevos impuestos a la minería. Ojalá cuiden a la gallina de los huevos de oro……y de plata.
