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La grifa

GILBERTO SERNA RAMÍREZ

El alboroto era mayúsculo. Se escuchaban grandes voces que hacían eco en las paredes superiores provenientes de las alturas descendiendo por los huecos de las escaleras como aguas huracanadas bajando de una montaña. Era una mañana cualquiera, plena de sol, en el Torreón antiguo, cuya tranquilidad era proverbial. Por los peldaños de las escalinatas se oían pasos apresurados de personas que bajaban y otras que subían. A poco se supo. Un hombre que huía había subido a las alturas y era sometido por policías uniformados que a pesar de ser cinco no podían sujetarlo, corriendo el peligro de perder el equilibrio y caer desde una considerable altura. El joven, después nos enteraríamos, estaba bajo los efectos de la marihuana.

Fue la primera vez que tuve relativa cercanía con un caso en que la droga hacía su aparición en mi vida. Luego vendría una segunda ocasión, cuando una pareja de jóvenes en una calle de la ciudad de Guanajuato en las primeras horas de una oscura noche con un firmamento sin estrellas, me acerqué a ellos para preguntar sobre una calle. Al voltear los mozalbetes vi su ojos a la luz de una ventana cercana, estaban rojos, inyectados en sangre. Me asusté, parecían alienígenas dispuestos a arrasar con los terráqueos. Muy comedidos me dijeron por dónde irme. (Entre paréntesis no salgo de mi asombro al darme cuenta que la palabra asesino se deriva de árabe hassasin como se les llama a los bebedores de hachís).

Una característica de los efectos del consumo de psicotrópicos, caso de la marihuana, dicen los que saben, es el síndrome que se caracteriza por abulia, apatía, pasividad, indiferencia o irritabilidad, dificultad para concentrar la atención y una perceptible fatiga. La marihuana es una mezcla triturada y seca de flores, tallos, semillas y hojas de la planta. Se dice que las personas acostumbran fumarla con un cigarrillo o en una pipa. Usted debe saber que es la droga ilegal más comúnmente consumida en los Estados Unidos. Varios políticos del más alto nivel se ha sabido que en su época de estudiantes le entraron al uso de la marihuana. Lo que no quiere decir que no lo sigan haciendo.

En el año 2004 Naciones Unidas estimó que aproximadamente el 4% de la población mundial adulta (162 millones de personas) consume marihuana anualmente y alrededor del 0.6% (22.5 millones) lo consume a diario. Estas son cifras contundentes a la que si le agregamos que un estudio publicado en South African Journal reveló que "pipas desenterradas de la casa de Shakespeare en Stratford-Upon-Avon contenían restos de cannabis". Un análisis químico se llevó a cabo después de que investigadores plantearan la hipótesis de que varias frases podrían hacer referencia a la cannabis y su uso. Dan a entender que el dramaturgo autor de Romeo y Julieta usaba la cannabis para inspirarse. Mayor desatino no he leído. Tal como insistir en que no debe legalizarse la grifa no obstante que su prohibición es un atentado contra la libertad de elección del ciudadano responsable y una forma de control estatal sobre el individuo.

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