El portavoz del gobierno ruso afirmó en relación con la petición que hizo el secretario de Estado estadounidense John Kerry sobre la entrega inmediata de el extécnico de la CIA, Edward Snowden, que "Rusia no ha extraditado, no extradita y no extraditará a nadie" en una dura respuesta a la petición que formuló en términos no muy comedidos el alto funcionario que da la impresión de no saber lo que está diciendo y a quién se lo dice. La solicitud es correcta, pero al usar que debe ser inmediata alude a que debe ser enseguida, sin tardanza, al instante. Lo que dio lugar a una respuesta de la misma índole, esto es, áspera y ausente de sutileza. Da la impresión de que hay una advertencia ajena al mundo de la diplomacia que debería estilarse entre dos potencias mundiales. A menos que quieran y estén conscientes de que es una encrucijada dispuestos a llevar hasta sus últimas consecuencias. ¿Valdrá la pena?
Los moscovitas recordaron que la extradición, casi exigida no simplemente solicitada, conforme a los cánones que rigen las relaciones entre ambos países, no puede ser atendida ya que no se puede extraditar a una persona que ha promovido una solicitud de asilo temporal. ¿Estará el gobierno norteamericano al tanto de esa disposición internacional? , ¿o es un pretexto de los rusos para no dar su brazo a torcer? Es un juego de poder, obviamente, no me cabe la menor duda. El pasado 16 de julio al hacer su solicitud de manera oficial garantizó Snowden que no perjudicaría los intereses de Estados Unidos que porque Vladimir Putin lo exigió expresamente como requisito pudiendo permanecer en el país ruso sin causar daño. Edward permanece en el aeropuerto donde está alojado desde el 23 de junio al que arribó procedente de Hong Kong.
En tanto asuntos exteriores de los Estados Unidos sigue presionando a Rusia para que entregue al disidente, el Comité de Asignaciones del Senado norteamericano aprobó de forma unánime una propuesta para que Estados Unidos imponga duras sanciones a cualquier país que ofrezca asilo a Snowden. La medida insta al secretario de Estado, John Kerry a reunirse con grupos del Congreso para acordar sanciones contra cualquier nación que se dé el lujo de recibir a Snowden. Los legisladores que integran el Comité aprobaron una enmienda al proyecto de ley de diplomacia. La enmienda se introdujo para llamar la atención de cualquier nación, incluida Rusia, que pretenda albergar al extécnico de la Agencia Central de Inteligencia y de la Agencia de Seguridad Nacional, donde prestaba sus servicios el ahora declarado non grato ex técnico en seguridad Edward Snowden.
Todo esto es un problema difícil de solucionar. Los países que han sido amenazados con aplicarles medidas extremas, si le dan albergue al fugitivo, se preguntan ¿qué secretos sabrá Edward?, cuya posibilidad de hacerlos públicos está ocasionado la locura histérica de la Casa Blanca. Parecería que está perdiendo la cordura y lanza duras invectivas contra quien se le ponga enfrente. Los o más bien el gobierno de Estados Unidos quiere tener en sus manos al delator a como dé lugar. Parece una cuestión de vida o muerte. Desde la conferencia de Yalta no los había visto tan preocupados, los rusos seguramente se están frotando las manos. Parecería el inicio de una Guerra Fría o algo peor.
