Una vez aprobada la Reforma Hacendaria los reflectores del país se enfocan a las siguientes dos reformas de relevancia: la energética y la político-electoral.
La primera parecía llevar la delantera en tiempo, pero a decir de recientes declaraciones dejará su lugar a la Reforma Política que todo mundo anhela, pero que será sin lugar a dudas la más complicada de negociar al interior de las cámaras de diputados y senadores.
¿Por qué otra Reforma Política cuando se han realizado tantas en los últimos sexenios, desde la primera de trascendencia que ocurrió en tiempos de Luis Echeverría y que promovió su secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles?
La respuesta es evidente: México no logra confeccionar un sistema político electoral acorde a los nuevos tiempos democráticos y de participación que reclaman los ciudadanos.
En varios temas México ha avanzado sin lugar a dudas, pero en otros se ha rezagado o se ha hecho bolas como por ejemplo los criterios para la publicidad electoral así como los métodos para fiscalizar los gastos de campaña de los partidos y sus candidatos. Pero hay un asunto vital en la próxima reforma que todavía no se ventila abiertamente y en donde los partidos podrían lograr acuerdos en abierto perjuicio a la democracia mexicana.
Nos referimos a las nuevas reglas del juego en el manejo del sistema electoral en donde se contempla la creación del Instituto Nacional Electoral que absorbería al IFE y a los consejos locales de los 32 estados del país.
Se trata sin duda de una aberración jurídica y de un claro retroceso en el camino hacia la democratización de México. ¿Se imagina usted que desde el Distrito Federal se organicen y se controlen las elecciones municipales además de las federales de todo el país?
La propuesta sugiere que con el INE se acabarán los controles que ejercen gobernadores y caciques en diversas regiones de México. Sin embargo, ¿quién se encargará después de poner un alto a los dirigentes de partidos, líderes de cámaras y al mismo presidente de la República, quienes tendrían a sus pies el sistema electoral de todo el país?
El IFE surgió en 1990 para reemplazar a la Comisión Federal Electoral que perdió toda credibilidad tras las elecciones presidenciales de 1988.
Hubo cambios en su estructura al integrarse un consejo formado por juristas, aunque siguió bajo el mando del poder ejecutivo. Su primer presidente fue el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios.
Fue en 1994 cuando se inició el proceso de ciudadanización del instituto que vino a concretarse en 1997 cuando el consejero ciudadano José Woldenberg asumió la presidencia del IFE en sustitución del titular de Gobernación, Emilio Chuayffet.
De ahí en adelante el organismo logró avances importantes en materia electoral que de alguna manera hicieron posible la transición pacífica presidencial en el año 2000. Luis Carlos Ugalde sustituyó en 2003 a Woldenberg y mantuvo con cierta dificultad la credibilidad de la institución.
En años recientes el IFE perdió el rumbo y ahora es prácticamente un organismo controlado por las camarillas en el poder. Se da por hecho que los cinco consejeros que serán nombrados en las próximas semanas surgirán de una negociación de los partidos políticos.
La ciudadanización del IFE quedó atrás y con ello el propósito de que sean ciudadanos y no partidos ni gobierno quienes organicen los procesos electorales como ocurre en los países avanzados.
Si la democracia es la esencia del presente y futuro de un país, entonces los mexicanos tenemos que enfocarnos a desarrollar una Reforma Política y Electoral de avanzada porque se trata de la madre de las reformas y después vendrá la Energética.
Lástima que no podemos tener expectativas altas luego de lo ocurrido con la Reforma Hacendaria que dejó tambaleando a México.
APUNTE FINAL
Que no se nos olvide que si la Selección mexicana llega al Mundial de Brasil será por cortesía de los vecinos del norte y luego de ocupar un penoso cuarto lugar con apenas once puntos contra 22 de Estados Unidos, 18 de Costa Rica y 15 de Honduras… El 5 a 1 contra Nueva Zelanda lo único que demuestra es la baja calidad de ese equipo así que no comiencen los cronistas a inflar al Tri luego de su desastroso desempeño en la Concacaf.
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