Herbert Reeves, canadiense residente en Francia, astrofísico, ecologista y divulgador científico, junto a Dominique Simonet e Yves Coppens, escribieron: "La más bella historia del mundo", que narra la creación del universo.
Enuncian que, hace 15 mil millones de años, la historia inició con el "Big Bang"... "y la luz se hizo".
Escriben: "La luz tarda un segundo en llegarnos desde la Luna, ocho minutos desde el Sol, cuatro años en recorrer el camino desde la estrella más cercana. Nuestros telescopios nos permiten observar astros muy distantes, los cuásares por ejemplo, cuya luminosidad es diez mil veces mayor que la de toda nuestra galaxia (...) situados a doce mil millones de años de distancia. Vemos a Orión, tal como era a fines del Imperio romano y Andrómeda, es una imagen de dos millones de años".
"Hacia el microsegundo número cuarenta, -continúan- cuando la temperatura había descendido bajo los 1012 grados, los quarks se reunieron y surgieron los primeros nucleones, protones y neutrones; y en el primer segundo, el universo tenía una temperatura de diez mil millones de grados".
Hacen algunas reflexiones: "supongamos - escriben- que la fuerza nuclear fuera algo más fuerte. Todos los protones se habrían reunido rápidamente y formado núcleos pesados. No quedaría hidrógeno para asegurar al sol su longevidad ni para formar la napa acuática terrestre".
"La fuerza nuclear tiene la suficiente intensidad para producir algunos núcleos pesados (los del carbono, oxígeno), pero no tanta como para eliminar el hidrógeno. (...) se puede decir que, en cierto modo, la complejidad, la vida y la conciencia ya estaban (...) 'inscritas' en la forma misma de las leyes. Pero no como 'necesidad', sino como posibilidad".
Preguntan: "¿Hay una 'intención' en la naturaleza? (...) Personalmente -dice Reeves- me siento inclinado a responder que sí".
"¿Qué forma posee esta intención, cuál es esta intención? -continúa-, son preguntas que me interesan muchísimo, pero no tengo respuestas. De un modo alegórico, se puede decir, con sumo cuidado: si la naturaleza tuvo la intención de engendrar seres conscientes, habría hecho exactamente lo que hizo".
"Al minuto de existencia del universo, la temperatura ha descendido a mil millones de grados. Después de los primeros minutos el universo se ha enfriado y vuelve a inhibir la actividad de la fuerza nuclear; la composición del universo es entonces de un 75% de núcleos de hidrógeno y de un 25% de núcleos de helio y en ese nivel nada acontecerá durante varios centenares de miles de años".
"La fuerza electromagnética entra en acción cuando la temperatura desciende a menos de tres mil grados, sitúa a los electrones en torno de los núcleos apareciendo los primeros átomos de hidrógeno y de helio. Aparecen los fotones vagando por el espacio y se degradan convirtiéndose en energía. La evolución hace una nueva pausa y habrá que esperar cien millones de años para que vuelva a empezar".
"Por la fuerza de gravedad, la materia, que hasta entonces era homogénea, comienza a formar grumos. Los núcleos capturaron electrones y se pudieron formar estructuras de gran escala apareciendo las galaxias que hoy vemos en el cielo".
"Nuestro sistema solar pertenece a la Vía Láctea, compuesta por cientos de miles de millones de estrellas, (...) de cien mil años luz de diámetro, formando parte de un pequeño cúmulo local, compuesto de una veintena de galaxias, integradas a un cúmulo mayor, el de la Virgen, que agrupa miles de galaxias rodeando a otra gigante, cien veces más grande que la nuestra, que atrae a todas las demás; una galaxia caníbal".
"Unos cien millones de años después del Big Bang, el Universo tiene la fisonomía que le conocemos: un vasto espacio, poco denso, sembrado de esas soberbias islas galácticas un millón de veces más densas que él. La materia se condensa y forma astros que se calientan, dejando escapar energía: las estrellas empiezan a brillar".
Al nacer la Tierra, hace cuatro mil quinientos millones de años, la temperatura del sol era demasiado alta. El bombardeo de meteoritos y de cometas aportarán a la superficie agua y moléculas complejas".
"Menos de mil millones de años después, el océano estaba repleto de organismos vivientes". El resto es muy conocido.
Agregan: "Si se convierten los cuatro mil quinientos millones de años de nuestro planeta en un día, la vida nació hacia las cinco a.m.; a las ocho de la noche aparecen los primeros moluscos y a las once los dinosaurios que desaparecen a las 23:45 dejando el campo libre para la evolución de los mamíferos".
"Nuestros antepasados surgen antes de las doce de la noche y se les duplica el cerebro en el último minuto de esas 24 horas. ¡La revolución industrial comenzó hace una centésima de segundo!"
Ahora le pregunto: ¿Cree usted que todo fue simple casualidad?
ydarwich@ual.mx
