En las últimas dos décadas el Gobierno Federal se había caracterizado por ser responsable en el manejo de la deuda. Hoy con la Reforma Fiscal propuesta por Enrique Peña Nieto volvemos a apostar por el populismo que caracterizó los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo y que tanto mal hicieron a México.
Nuevamente el gobierno apuesta por cobrar sólo a los cautivos, alentando el mercado informal que seguirá sin pagar impuestos. Un IVA generalizado del dos por ciento, incluyendo alimentos y medicinas, hubiera sido un buen principio para tener un sistema tributario más justo. Sin embargo, como ejemplo de lo absurdo de esta Miscelánea Fiscal está el hecho de que el nuevo impuesto a los refrescos excluye a la Cooperativa Pascual.
De ahí que sean muchas las voces que adviertan que la nueva Miscelánea Fiscal agravará el problema del desempleo, como consecuencia no habrá suficientes compradores a quien vender los bienes producidos. Particularmente en los estados fronterizos donde la molestia de la Iniciativa Privada va en aumento.
La reforma tampoco beneficia a Coahuila, se habla de que entre los nuevos impuestos que más impactarán a la economía está el de la industria siderúrgica y minera.
En Coahuila, por ejemplo, el carbón genera más de cuatro mil empleos directos y más de veinte mil indirectos. Es una industria de por sí golpeada por la corrupción, la intermediación y la especulación. Además una vasta industria depende del carbón, en especial la generación de energía eléctrica y la industria siderúrgica, así el nuevo impuesto pondría en riesgo más de 400 mil empleos, tal y como lo señalan dirigentes mineros y empresarios de los giros ya mencionados. A esto habría que sumarle el impuesto a las utilidades de la minería, que impactaría negativamente a otras cien mil fuentes de empleo.
Es tal el enojo de los empresarios de todo el país que ya se habla de una campaña orquestada por Coparmex para evidenciar a senadores y diputados, priistas y perredistas principalmente, que actuaron más por los intereses del partido que por sus votantes. Incluso varias empresas han comenzado a analizar la posibilidad de ampararse ante los nuevos impuestos.
Incluso la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ya anunció que está lista para defenderse contra los posibles amparos que el sector empresarial y también personas físicas podrían interponer contra la Reforma Hacendaria en todo el país. Se vienen tiempos difíciles en materia económica sobre todo porque los términos de eficiencia recaudatoria y equidad en la distribución de la riqueza, así como transparencia en el manejo de las finanzas públicas continúan ausentes del debate y de las políticas públicas.