En estos últimos meses hemos escuchado constantemente en los medios de comunicación las diferentes reformas que se han han aprobado por el poder legislativo y otras que pronto se presentarán. Cuando se habla de reforma, en lo personal, me gusta una acepción que da el diccionario de la Real Academia Española, al mencionar que reforma es "aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo", es decir, algo que se ejecuta para mejorar alguna situación.
Desgraciadamente algunas reformas han sido duramente cuestionadas por la ciudadanía y por expertos, pues no se alcanza a percibir cómo dichas reformas puedan mejorar las situaciones que pretenden cambiar. En días pasados se inició una gran polémica por muchos ciudadanos ante la reforma hacendaria y es que la realidad de esta reforma será que los que siempre han pagado impuestos sigan pagando y lo peor más. En este país es bien sabido que las grandes empresas y los que sí tienen mucho, no pagan todos sus impuestos y los que no tienen nada tampoco lo pueden hacer por su situación de pobreza, por lo que el grueso de los contribuyentes recae en la clase media de este país, es decir, las personas que son empleados en alguna empresa o que tienen su negocito y que luchan por salir adelante mediante su trabajo diario.
En primer lugar no se agregó el IVA a alimentos y medicinas pues el gobierno se dio cuenta que resultaría impopular y qué bueno que se haya dado marcha atrás a esto, sin embargo según muchos expertos hubiera sido menos pesado para los contribuyentes que todos los gravámenes que se han impuesto, pues al querer salvaguardar aquellos que no tienen nada, dañaron más a la clase media. Un famoso reportero de radio a nivel nacional mencionaba que desgraciadamente la clase más pobre no puede comprar alimentos con o sin IVA, pero sí gravaron más a la clase media, que es la que más paga impuestos.
Lo que a muchos molestó de manera general, fue el famoso impuesto a colegiaturas y es que todos sabemos lo que es una realidad, que las escuelas públicas tienen muchas deficiencias, por lo que los padres de familia tienen que luchar por darle una mejor educación a sus hijos y más que un lujo es una necesidad. Si la escuela pública tuviera el nivel académico como en otros países se entendería el impuesto, pero no lo tiene. Ante esto se viene una pregunta, si muchos ante este impuesto tendrán que enviar a sus hijos a la escuela pública por la imposibilidad de seguir pagando una colegiatura, ¿existe la infraestructura, personal y capacidad en las escuelas? ¿El gobierno tendrá la capacidad para recibir a más niños en las escuelas? Al parecer se dará marcha atrás en este impuesto, esperemos que así sea, sin embargo hay otros gravámenes que dejan mucho que desear.
Por ejemplo si usted está pensando en adquirir un perro o un gato o cualquier animal como mascota, le aconsejo que lo compre antes de que entre en vigor la reforma, pues ya le cobrarán impuesto (ciertamente siempre será mejor adoptar mascotas que comprarlas). Por lo anterior si las mascotas pagaran impuestos, pues también se debería poner instalaciones para pasearlos, servicios de médicos veterinarios de calidad, no como las famosas perreras municipales que la verdad ni para recoger perros callejeros sirven.
Esto no termina aquí, si usted quiere en su fin de semana disfrutar un poco de lo que ganó en su quincena asistiendo al estadio a ver a su equipo favorito o ir a un baile ya le costará más porque ya tendrá IVA.
Además quien quiera rentar o comprar una casa para vivir, tendrá que pagar impuestos, para que los que se piensan casar lo vayan pensando en ver cómo le harán, porque cada vez saldrá más caro tener su nidito de amor. Otro punto negativo es que aquellos que quieren salir adelante iniciando con su negocio ya no tendrán beneficios fiscales, ahora pagarán igual que las grandes o mejor dicho enormes empresas que ganan millones y millones y que muchas veces no pagan todos sus impuestos.
También la deducción de impuestos que hacía posible comer en un restaurant o comprar un auto nuevo se elimina, por lo que los que tienen restaurantes agárrense ya no tendrán tanta clientela procedente de personas que por cuestiones de trabajo tenían que comer ahí. Los que podían deducir su coche nuevo ya no podrán cambiar de auto tan fácilmente.
La lista sigue, sin embargo, hay una penosa realidad, esta reforma hace pagar más a aquellos que siempre han pagado impuestos, porque por un lado los que tienen mucho dinero no rentan, no son pequeños contribuyentes y no pagan adecuadamente sus impuestos y por otra parte los que nada tienen muchas veces por culpa del mismo sistema tampoco pagan impuestos, por lo que usted que tiene un ingreso por su trabajo o su negocito y lucha por salir adelante será el que siga pagando más impuestos.
Así que vaya pensando cómo le hará para estirar su quincena porque indudablemente muchas cosas le serán más costosas que ahora. Aprovecho para recordarles la importancia de la generosidad y fraternidad: ¡Ayudemos a aquellos que sufren por causa de las catástrofes naturales! Donemos aquello que se requiere en los centros de acopio.
