La vanidad de ellos
La idea de que el hombre tiene que ser feo, fuerte y formal quedó atrás hace mucho tiempo. Ahora, los caballeros buscan tener mayor presencia, le apuestan más al estilo, sin abandonar el lado masculino.
Cremas, mascarillas, hidratación, coloración de cabello, rutinas y trucos para verse mejor, al igual que tocadores con una amplia variedad de artículos destinados a mejorar la imagen dejaron de ser exclusivos del género femenino, pues un nuevo mercado dirigido a los hombres, se abre paso entre publicidad de cervezas y fútbol, frente a las necesidades que van surgiendo.
«Chulearse» no es una cuestión que dependa del género, sino de la voluntad que muestre una persona por agradarse a sí misma y sentirse cómoda con su apariencia física. Entrar a una sala de belleza puede representar un reto o escándalo para unos, pero para otros es visto como lo que realmente representa: un simple acto de querer apapacharse y darse una «ayudadita», que nunca está demás para nadie.
Años atrás, los productos de belleza y los lugares de cuidado personal, entre ellos, los spa y las peluquerías, estaban dirigidos única y exclusivamente al mercado femenino, ya que existía cierta idea de que la apariencia del sexo masculino debía ser fuerte, ruda, tosca, por lo que su cuidado personal era muy básico. Por ejemplo, en la región hay registrados 582 establecimientos con el giro de salones de belleza y estéticas, sin especificar a quien van dirigidos.
Con más de catorce años de experiencia en el diseño de imagen, Waldo Paredes comenta que cada vez se han reunido más elementos para que los hombres cuiden su apariencia, sin dejar de lado la buena alimentación y la práctica de alguna disciplina deportiva.
Además del corte de cabello, servicios como la limpieza facial, depilación, hidratación de la piel, diseño de barba y cejas, entre otros, tienen mucha demanda.
Incluso algunos clientes pueden optar por teñirse el bigote o el cabello, pues hay hombres que prefieren no lucir las canas que la edad trae consigo. Ahora bien, no sólo están las peluquerías, sino que recientemente ha surgido un nuevo tipo de salón donde los hombres reciben determinados servicios exclusivos para sus necesidades como aplicación de cremas exfoliantes para la cara, rasurado especial de barba, así como soluciones al peinado habitual para darle un toque de novedad a su apariencia.
Aunque para algunos hombres la idea de acudir a un salón de belleza por un tratamiento resulte socialmente inaceptable, debido a que llevan el machismo muy arraigado, “El pensamiento de las personas se está revolucionando, y por ejemplo, ahora ves a un hombre limpiándose el entrecejo, y ya no te parece tan extraño”, asegura el consultor de imagen.
“De cierta manera, sigue siendo masculino. Si un hombre se arregla mucho, no se le encasilla en una desviación, sino que se le asocia con una persona que cuida su imagen. Ahora todo es más abierto, es decir, esta idea se ha ido despejando”, asegura.
La mayoría de los clientes son jóvenes de entre diez y veinte años de edad, quienes buscan alternativas distintas en el peinado, basándose en figuras reconocidas como artistas o futbolistas.
En general, las personas que le apuestan al cuidado de su imagen son pulcras de los pies a la cabeza, combinados en su outfit y con un look ordenado. Se trata de gente que le preocupa verse bien en sus espacios laborales, sociales y recreativos, independiente al tipo de trabajo que desempeñen.
“Aunque ahora sea muy común que los caballeros le apuesten más a su imagen, la mujer siempre va a ser punta de lanza, difícilmente la superará”, manifiesta Waldo.
SALUD Y VANIDAD, DE LA MANO
La cosmetóloga Karina Rivero, con cinco años de experiencia en el cuidado de la piel, ha detectado que el problema del acné aparece cada vez a más temprana edad, ya sea por la genética, la alimentación o la higiene.
Sus clientes asisten para tratar el problema en su rostro, y al eliminarlo, siguen acudiendo por vanidad, ya que se ven y se sienten mejor.
Reconoce que, a diferencia de las mujeres, los hombres son más disciplinados en atender su rostro, e incluso el porcentaje de visitas ya es el mismo: de cada diez clientes, cinco son hombres y cinco mujeres.
En el caso de menores de edad con problemas de acné, seguir un tratamiento les ayuda considerablemente en su autoestima. Las personas cercanas a ellos les preguntan qué se hicieron, porque se ven mejor, y éste es un factor determinante para que sigan acudiendo a realizarse limpiezas faciales.
“La piel de los hombres necesita un mantenimiento especial; en el caso de la depilación, es un proceso muy diferente al de las mujeres”, expresa Karina, quien se ha topado con la sorpresa de que a los caballeros les preocupan los vellos que crecen debajo de los ojos, para lo cual utiliza una técnica hindú, la cual ayuda a inhibir su crecimiento, sin contar los diferentes tipos de mascarillas para todo tipo de piel.
CONFIANZA Y SEGURIDAD
Desde la adolescencia, Jonathan padece de puntos negros en la nariz. Ha probado con diferentes productos y ninguno le dio buenos resultados. Hace más de un año, supo de un lugar donde podían tratarle este problema. Desde entonces, cada mes acude a que le realicen una limpieza facial profunda, que va aunada a la aplicación de mascarillas para aclarar la piel.
Además, al ver los cambios, se animó a ir por vez primera a un reconocido salón de belleza a que le hicieran un corte de cabello moderno, sin contar que, de vez en cuando, le realizan un masaje antiestrés.
Jonathan confiesa que desde que se cuida más a sí mismo, haciendo además atletismo y cuidando su alimentación, se siente más seguro, con mayor confianza y se quiere más.
JAMÁS SE OLVIDA
El hombre de hoy cuida más de su apariencia personal y tiene en cuenta que la primera impresión es de suma importancia, así que busca su propio estilo personal, usando la ropa que mejor le va, combinando todo a la máxima perfección, sintiéndose cómodo y mostrando la imagen con la que desea que los demás lo vean.
El aspecto físico tiene gran importancia en la sociedad en la que nos movemos. Es algo inherente a lo que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana. Cada vez se promueve más
el cuidado personal, el llevar una vida sana y es aquí donde vemos que está generándose un fenómeno social, sobre todo en lo que se refiere al sector masculino, que es lo que se conoce como «metrosexualidad».
Por otra parte, existen algunos hombres que prefieren privarse de algunas tendencias por miedo a que los demás sospechen que son gays, como ir a una manicura o usar colores brillantes; en cambio, otros se aprovechan conscientemente de la cultura gay como recurso para diferenciarse del resto de los hombres.
Por último, podemos mencionar que desde hace años la creencia de que cuidarse es sólo cosa de chicas se está dejando de lado. Partiendo de ello, los hombres ya no tienen excusa para no verse bien, lo cual vemos reflejado en la elevada demanda de productos y servicios exclusivos para ellos.
Correo-e: crodriguez@elsiglodetorreon.com.mx
Fuentes: diseñador de imagen Waldo Paredes; licenciada Karina Rivero, cosmetóloga; coordinación de ventanilla universal de la Dirección de Fomento Económico.