La campaña "Laguna yo te quiero limpia..." rinde sus primeros frutos, aun cuando no llega el día de la movilización para limpiar las ciudades de la Comarca Lagunera, señalado para el próximo sábado doce de octubre.
Como es del conocimiento del público, la campaña es emprendida por ciudadanos de la región deseosos de impulsar la participación de la sociedad civil en la solución de los problemas colectivos, y se inspira en el movimiento internacional "Hagámoslo", que ha movilizado siete millones de voluntarios en proyectos de limpieza en noventa y seis países.
Uno de los primeros de tales frutos, deriva de la forma en que los promotores del proyecto van entrando en contacto con una realidad en la cual si bien todos estamos inmersos, muchas veces desconocemos en la perspectiva de la participación de los ciudadanos, en el diagnóstico y solución de los problemas de la comunidad y por tanto, esa realidad resulta novedosa.
A ello se debe que en un principio se haya visualizado un objetivo de acopio, movilización y confinamiento de cien mil toneladas de basura incluido escombro y que en fecha posterior con realismo se haya ajustado el propósito a diez mil toneladas, lo cual implica de cualquier modo un objetivo ambicioso.
Lo expuesto también explica que de dos mil doscientos puntos de acumulación de basura que detectó el mapeo, los organizadores se hayan concentrado en mil quinientos puntos, lo que significa una aceptación lisa y llana de que este tipo de campañas son de efecto limitado, y si bien constituyen un fin en sí mismo respecto a la convocatoria de que se trate, la experiencia en curso nos enseña que la participación ciudadana no se puede reducir a un solo día, sino que es tarea de todos los días y de toda la vida. Lo anterior es así, porque las necesidades colectivas suelen ser permanentes y por lo tanto, los servicios destinados a la satisfacción de las mismas corresponden a esa misma naturaleza.
Entre las declaraciones que propagan los organizadores del evento que nos ocupa, a través de los medios de comunicación, destaca la toma de conciencia respecto a que la atención que dan las autoridades al problema de que se trata es insuficiente y selectiva. En efecto, voceros de la asociación organizadora advierten que muchas colonias están en abandono y que el trabajo de las compañías privadas que prestan el servicio a los Gobiernos Municipales, se concentra en las áreas más visibles de la ciudad.
La apreciación es valiosa, porque si en la realidad práctica las áreas urbanas privilegiadas se ven descuidadas, podemos imaginar el abandono que existe en las zonas marginadas. De la participación ciudadana que es objeto de comentario, surge la comunicación con las autoridades que son interpeladas para que de cara a la sociedad, justifiquen sus criterios de planeación, su régimen de prioridades y lo que es muy importante, la aplicación racional y transparente de los recursos con los que cuentan para atender el servicio público respectivo.
Otra parte de la realidad que se pone de manifiesto, es que la basura no viene de la estratósfera sino que nosotros mismos la producimos, por lo que todos debemos ser parte de la solución en sus fases preventiva y remedial. Es deseable que de esta experiencia surja la inserción de organizadores y participantes en los consejos ciudadanos permanentes que existen y en los que en el futro se creen, para que su presencia se traduzca en apoyo y exigencia cotidianos, respecto a las autoridades municipales de ambos márgenes del Río Nazas.
La enseñanza final apunta a que gobierno y sociedad, pueden lograr juntos lo que por separado no es posible y para ello, se requiere que las autoridades aprendan a escuchar las interpelaciones de los ciudadanos, y estos últimos hagamos lo que nos corresponde.
Entre tanto, ojalá que en el tiempo que transcurra del día de hoy al sábado próximo, la ciudadanía se siga sumando al proyecto de limpieza de las ciudades de la Comarca y que ello sea el inicio de un proceso de participación cívica, que haga más productivas las relaciones entre sociedad y gobierno.