PASAJEROS. Sufren diariamente por la velocidad a la que manejan los choferes algunas unidades.
"Súbase", ordenó el chofer de la Ruta Dalias y arrancó sin importar que los pasajeros apenas abordaban la unidad. Cobró de mala gana y aventó las monedas a la caja de madera.
Ya en los asientos lo primero que aparece a la vista son los 'grafitis', escritos con plumones negros y otros de colores. También cubren los asientos un par de chicles.
Por ocho pesos se pueden sentir todos los bordos del camino, las paradas súbitas y hasta los aceleres del camión. Van sólo dos cuadras y el chofer toca el claxon con desesperación, se colocó detrás de otra unidad e insiste en pasar. Logra llegar a la parada oficial y un carro se detiene justo ahí "muévete, chingao", le dice al automovilista y es ignorado. Luego de varios minutos el carro se mueve, por fin avanza rápidamente sobre el bulevard Revolución.
El chofer parece tenso, mira todos los espejos y se asoma por la ventana. Finalmente el semáforo encendió el verde y acelera a alta velocidad. Una mujer mayor se levanta y se aferra a los asientos para no caer, "¿Aquí me puedo bajar? pregunta al chofer. El chofer mueve la cabeza y grita, "Espérese a la parada, señora". La mujer insiste y avanza por los asientos. Finalmente la mujer espera la parada y el chofer sigue su camino.
Dato
El 6 de noviembre un joven universitario, de tan sólo 17 años de edad, murió al ser atropellado en la carretera Torreón-Matamoros, a la altura de la Ciudad Universitaria, por un autobús de la ruta Torreón-Congregación Hidalgo, el conductor escapó.