“Cuando llegó la noche…” “Una noche serena y oscura…” “Deja que caiga la noche…” “La última noche que pasé contigo…” “Mala noche, no…” “Era una noche tenebrosa y fría…”.
No sería aventurado afirmar que la noche es una de las cosas más “cantadas”, es decir, a las que más se les ha cantado, tanto en el canto como en la poesía.
Lo nocturno es lo relativo a la noche. De hecho, en música se conoce como nocturno a una pieza vocal o instrumental de melodía dulce, propia para evocar los sentimientos apacibles de una noche tranquila.
Hablando de nocturnos no podemos dejar de evocar a Manuel Acuña, el poeta saltillense enamorado hasta los huesos de Rosario de la Peña a quien le dedicó precisamente el famoso “Nocturno a Rosario” Pues bien, yo necesito decirte que te quiero, decirte que te adoro con todo el corazón..., amor frustrado que lo llevó a la muerte voluntaria, al ingerir cianuro para acabar con su desgraciada existencia.
Noctívagos son los que vagan de noche, las personas que van a divertirse a un club nocturno o los animales como el búho y la lechuza que de noche es cuando salen a buscar su alimento porque su organismo está diseñado para eso, o sea que en la noche andan “como pez en el agua”.
Una señora para ir a una fiesta muy elegante se compra un vestido de noche, que no hay que confundir como le pasaba a mi compadre Glafiro, que creía que el vestido de noche eran las pijamas que se pone uno para dormir.
Y sí, porque la noche se hizo para dormir, aunque por ejemplo en una noche de bodas, difícilmente se dormirán los recién casados, que dedicarán las horas nocturnas a actividades más emocionantes y divertidas que simplemente “entregarse en brazos de Morfeo” que en la mitología griega era el dios del sueño.
Pernoctar es pasar la noche y antes de dormir se dice buenas noches a aquéllos con quienes se convive, pero hay que aclarar que una buena noche no es necesariamente una noche buena, porque ésta se refiere específicamente a la noche navideña.
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Héctor Fernández Soto. ¿Cuál es el significado de la palabra recalcitrante?
RESPUESTA:
Recalcitrante se le llama a alguien muy terco, aferrado obsesivamente a una opinión.
Me retiro con esta reflexión: La afirmación de que los mansos poseerán la tierra no es una mansa afirmación ¡Para nada! ¡Fíjese! ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.
