Conocemos las carabelas gracias a que Cristóbal Colón no pudo hacerse de otro tipo de embarcaciones para hacer su viaje, pero la verdad es que –sobre todo los que vivimos alejados de la costa- sabemos muy poco del mar y de sus embarcaciones.
¿Sabemos por ejemplo la diferencia entre barco y buque? Bueno, entiendo que barcos son todos. El diccionario dice que el barco es una construcción cóncava de madera, fierro u otros materiales, capaz de flotar en el agua y que sirve como medio de transporte. Eso es un barco y puede ser de muy diversos tamaños y características.
Un buque es un barco que tiene cubierta y que por su tamaño y solidez, es adecuado para navegaciones de importancia, mientras que un bote es un barco pequeño y sin cubierta. El bajel también nos lo da el Diccionario como un buque pero hay muchos otros tipos de embarcaciones que me brincan por acá y por allá y sólo puedo arrimarme al diccionario para tener una idea de lo que cada una es.
Están por ejemplo la goleta y el bergantín que son embarcaciones de dos palos aunque la goleta a veces es de tres y ya nos podemos imaginar que los palos son eso: palos, barrotes de madera que sostienen las velas. La fragata tiene tres palos y la corbeta también. De hecho son embarcaciones parecidas aunque la corbeta está clasificada como embarcación de guerra. Y que no se me olvide la gabarra que es también un barco pequeño destinado a las operaciones de carga y descarga en los puertos.
A propósito de operaciones veamos algunas: izar las velas es subirlas y arriarlas es hacerlas descender. Recuerde que las velas como la bandera no se arrean porque sería como azuzarlas diciéndoles ¡arre! como se le hace con un rebaño de reses. A las vacas sí se les arrea. A las velas y a las banderas se les arría (con acento en la í).
Zarpamos en un barco cuando a éste lo hacemos salir del lugar en el que había atracado. Atracar suena como asaltar pero no, atracar es arrimar el barco a tierra o a otra embarcación. Costear es navegar a corta distancia de la costa y sin perderla de vista.
Los barcos de gran calado son aquéllos que llevan una gran parte de su casco sumergida en el agua, porque calar en términos marinos es alcanzar en el agua determinada profundidad por la parte más baja de su casco.
Cloquear en términos avícolas es lo que hace la gallina cuando está clueca, es decir cuando empolla sus huevos, pero en la terminología de los marinos, cloquear es enganchar el atún con el cloque –que es un garfio- para sacarlo a tierra.
El timonel no necesito explicárselo mucho. Es el que gobierna el timón. El sobrecargo es el que, en los barcos que transportan mercancías se hace cargo de ellas (de las mercancías). El patrón es la persona que está a cargo de un barco mercante y el arráez es el jefe de operaciones en la almadraba, entendiendo que la almadraba es la pesca del atún.
En fin, quedan muchos vocablos más por aclarar pero me voy a ir con uno que me encantó: rumbear que parece que es ponerse a bailar la rumba pero no, en términos marinos rumbear es orientarse, tomar el rumbo.
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Juan Cota: En el último párrafo del art. 70 de la Ley de Aguas Nacionales, se establece: “Las disposiciones contenidas en el presente artículo, se aplicarán sin perjuicio de lo dispuesto en la presente ley y sus reglamentos”. ¿Qué significa la expresión “sin perjuicio”?
RESPUESTA:
En este caso “sin perjuicio” significa “sin menoscabo” “sin afectar”.
Frase casi filosófica para terminar: hay ocasiones en la vida en las que para poder salir airoso hay que estar un poco loco. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.