El verbo dejar está presente en muchas canciones, “Déjenme si estoy llorando” de Los Ángeles Negros, “Deja que salga la luna, deja que se meta el sol…!” y “Si nos dejan” de José Alfredo Jiménez, “Déjame llorar, porque hoy que te perdíííí…con Hugo Avendaño…” “Déjame que te cuente limeño” de Chabuca Granda y su Flor de la Canela, “Déjenme llorar, porque estoy herido…” con Los Babys y aquella romántica canción que implora “No dejes de quererme, no dejes de adorarme…”.
Dejar es producir ganancias, por eso decimos que tal negocio al empresario le dejó mucho dinero, o si un amigo vende por ejemplo paletas y lo vemos en un carro muy lujoso, no faltará quien le diga en tono algo burlón ¡Mira, no dejan las paletitas!
Dejar puede ser también encargar, por ejemplo: Nos fuimos de vacaciones y dejé la casa encargada a un vecino, pero si alguien le molesta insistentemente usted le dirá de pronto, Bueno, ya déjame en paz.
Cuando permites que algo influya poderosamente en tus decisiones, quizá sea porque te estás dejando llevar por esa influencia y a un jugador de futbol que finge que lo tiraron en el área chica, quizá el árbitro no marque tiro penal porque el jugador mañosamente se dejó caer.
¿Dónde estabas amiga, hace mucho rato que no te dejas ver? así le dice la señora a una amiga y luego sale con el chisme de que a la otra amiga ¿Qué crees, que la dejó el marido? ¡De veras! Claro, si no pregúntale a Lupita. Ella no me dejará mentir.
Aunque te voy a decir que a esta mujer últimamente se le veía muy dejada, o sea, muy desaliñada, muy descuidada, pero además está muy triste porque su hijo que estaba estudiando medicina, ya dejó los estudios.
En una fiesta un tipo muy borracho le dice a otro: Fíjate compadre, que ya dejé la bebida ¿De veras la dejaste? En serio, la dejé, pero ya no me acuerdo dónde.
En el beisbol, va un elevado por el jardín central, se acerca el jardinero izquierdo tratando de atraparla, pero el central le dice: ¡déjamela! Y luego ¿qué crees? Pues déjame decirte que el jardinero central se puso muy confiado debajo de la pelota y ¡no la pescó! ¡Ya la tenía, pero la dejó caer.
El taxi tiene una tarifa establecida y usted no se deje, no deje que le cobren de más. No le debe cobrar más de cien pesos la dejada, es decir el viaje. Hay muchas más aplicaciones del verbo dejar, pero yo aquí lo dejo, mencionando por último cuando me encuentra con algo que me causa gran sorpresa, digo que me dejó de a seis Y si usted me pregunta de a seis qué, pues no sabré contestar, pero así me dejó.
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Mario de León. ¿Es correcta la expresión “no me decepsiones” (sic).
RESPUESTA:
La frase está bien construida, pero la forma correcta de escribirla es “no me decepciones”. Me retiro con esta frase : Es importante que el hombre sueñe, pero es igualmente importante que pueda reírse de sus sueños ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.