Los mexicanos tradicionalmente decimos que somos muy machos, porque eso suena como que somos muy valientes y no le tememos a nada. Pero si le damos una buena analizada al macho entendido de esa manera, nos damos cuenta de que el hombre que maltrata y esclaviza a la mujer y a los hijos en realidad no es más que un vil y un cobarde, aprovechado con los chiquitos e indefensos.
Si empezamos por el principio habremos de decir que la palabra macho viene del latín masculus que se refiere al ser masculino que hace pareja con la hembra para tener descendencia. Macho es una forma coloquial de referirse a ese ser y se concreta en un mulo que es un animal necio y difícil de controlar.
Cuando una persona se muestra muy terca en alguna cosa se dice que “se montó en su macho” o sea en ese mulo que es terco, necio y taimado. La cuestión es que en nuestra cultura se considera que el macho es más fuerte y decidido que la hembra y eso ha hecho que se le conceptúe como el que toma las decisiones arbitrariamente mientras que la mujer es la que obedece.
Ese es el machismo, un concepto que nos ha hecho mucho mal y que ha sido origen de muchos problemas conyugales que han llegado a provocar hasta crímenes de lo más aberrantes. Todo porque el hombre que se considera muy macho, cree convenencieramente que la mujer es objeto de su propiedad y como tal, puede hacer con ella lo que quiera incluso golpearla hasta matarla.
En el corrido de Gumaro Sotero, Lalo González el Piporro narra como al protagonista lo mataron por un lío de faldas y luego hace una especie de participación rápida del deceso, concluyendo que “no lleven flores, Gumaro era muy macho”.
También se les llama machos –no me pregunte por qué- a cada una de las borlas que usa el torero para sujetar las fundas del pantalón a las corvas. Acá en el Norte, la tierra del cabrito, si usted va a un restorán especializado y le ofrecen unos machitos, no piense mal. Los machitos son las tripas del cabrito enrolladas y asadas que se sirven como un bocado muy especial.
Esos son los machitos pero un machote es algo muy diferente. Un machote es un formulario que tiene espacios en blanco para rellenar. A una mujer que se ostenta con características masculinas puede ser que se le califique de machorra, aunque el término es despectivo y altamente peyorativo, es decir, insultante.
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Guadalupe Villa ¿Cuál es el origen de la palabra huracán?
RESPUESTA:
La palabra huracán es de origen taíno, una de las lenguas aborígenes que habitaron la región del Caribe. Por eso sólo los fenómenos de este tipo que se generan en esa región se llaman huracanes. Un fenómeno similar, por ejemplo, en los mares de China se llamaría tifón
Me retiro con esta reflexión: Los científicos no persiguen la verdad. Es la verdad la que los persigue a ellos. ¡Fíjese! ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.