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Las Palabras Tienen la Palabra

Lo que la sabia no sabía

Juan Recaredo

Escribes la palabra “sabía” y si no le pones el acento en la i en lugar de referirte a una forma del verbo saber estás hablando de una persona que sabe mucho, que es muy sabia, y luego, si además de la falta del acento adecuado, la escribes con v entonces estás refiriéndote al líquido que corre por las venas de ciertas plantas.

Imagínate todas las confusiones que puedes provocar a causa de esos “pequeños grandes errores”. Por eso hay que poner mucha atención a los parónimos, que son dos o más vocablos que se parecen en cuanto a su forma de expresarse pero tienen significados muy diferentes.

Si estás haciendo un resumen y quieres referirte al verbo resumir que es reducir algún tratado o asunto a términos breves y precisos, imagínate si en vez de escribir “resumo” pones “rezumo”. ¿Qué pasa? Pues que en lugar de aludir al verbo resumir estás refiriéndote a rezumar, que es dejar pasar un líquido gota a gota a través de un sólido.

¿Qué va de un grupo de bovinos a una acción de orar? ¡Nada! No hay relación. Pues eso pasaría si una persona que te pide que reces por el descanso del alma de un ser querido y en lugar de “reces” escribiera la palabra “reses” que es el grupo de cuadrúpedos que nada tiene que ver en esta historia.

“A ver cuando vienes a revisar tus bienes” es una frase muy lógica, pero si la acción del verbo venir la escribes con b y el conjunto de pertenencias lo escribes con v, pues nadie le va a entender a ese mensaje.

Estarás de acuerdo conmigo en que hay una gran diferencia entre los verbos reusar y rehusar. Uno se refiere a usar de nuevo algo que ya se usó y el otro a la acción de rechazar, pero la diferencia se da sólo en la escritura porque la h es muda y por la tanto ambos verbos se pronuncian de igual manera, aunque se escriban en forma diferente. Es que son parónimos.

Hay muchos parónimos que usamos en nuestro lenguaje cotidiano: Cuando hay una oportunidad de trabajo por ejemplo en una empresa se dice que hay una vacante. Escrito así está muy bien, pero ¿bacante? ¿Qué es eso? Pues has de saber que bacantes se les llamaba a las mujeres que celebraban las bacanales que eran fiestas en honor del dios Baco en las cuales todo el mundo “se soltaba el chongo” dándole gusto al placer en todas sus posibles manifestaciones.

Otros ejemplos de parónimos son “reciente y resiente”, “bota y vota”, “barita y varita”, “heces y eses”, “casa y caza”, “cayo y callo”. Un buen juego sería buscar más “juegos” de parónimos, con lo que podemos divertirnos aprendiendo algo. ¿Le entras?

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

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PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Jonathan Enrique: ¿Se dice “a veces o “en veces”?

RESPUESTA:

Es correcto de las dos maneras.

Me voy con esta reflexión: el carácter es la energía sorda y constante de la voluntad. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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