La palabra baile y el verbo bailar tiene un montón de acepciones y significados. Lo primero que se me ocurre decir es que bailar es mover el cuerpo rítmicamente al compás de una música.
Normalmente bailar es, con movimientos corporales, demostrar alegría, gusto de vivir y convivir con otras personas que disfrutan esta práctica milenaria. Sin embargo la palabra baile también tiene aplicaciones negativas. Que te lleven al baile, por ejemplo es una de estas aplicaciones porque con ella se quiere decir que te engañan, que se aprovechan de tu ingenuidad o tu inocencia.
De todas maneras es difícil referirse al arte de Terpsícore sin mencionar la figura de Isadora Duncan que es considerada la mamá de la danza moderna. Antes de que suceda otra cosa déjeme aclarar que a la danza se le llama “El arte de Terpsícore” porque Terpsícore era la musa de la danza en la mitología griega.
Isadora era una mujer de voluntad férrea y de una extraordinaria sensibilidad, pero su vida fue siempre marcada por la tragedia. Cuando ella era sólo una niñita, su padre abandonó a la familia y luego fue encarcelado acusado de fraude, por lo que Isadora tuvo que trabajar desde los primeros años de su vida.
Estos hechos provocaron que la familia abandonara la fe católica y que Isadora se autodefiniera en varias ocasiones como una atea convencida. Fue siempre una niña solitaria y retraída que se pasaba las horas observando el mar, fascinada por el movimiento de las olas que fueron indudablemente el germen de su arte al convertirlo en movimientos armónicos de manos y pies.
Nació en San Francisco (EE.UU.) pero después, viviendo en Chicago donde estudió danza clásica, su familia perdió todo su patrimonio en un incendio dejando a Isadora y a su familia en la más extrema pobreza.
Los temas de la danza creada por la Duncan eran los clásicos, pero con diseños revolucionarios en cuanto a vestuario, escenografías y sobre todo de los movimientos dancísticos que es lo que la convierte en una precursora.
A la edad de 50 años Isadora fue invitada por un amigo a dar un paseo en un lujoso automóvil. Al abordarlo la bailarina exclamó “Adiós amigos, me voy rumbo a la gloria”. Esta exclamación resultó ser un trágico presagio pues una larga chalina que la Duncan llevaba adornando su cuello, se enredó en una de las llantas del auto y la estranguló.
Así acabó una de las grandes figuras del arte que ha tenido la humanidad: la bailarina Isadora Duncan.
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Enrique Salinas ¿Qué es un mecenas?
RESPUESTA:
Mecenas se le llama al que patrocina a un artista.
Me retiro con esta frase: Cuando oigo que una persona tiene el hábito de la lectura, me siento predispuesto a pensar bien de ella. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.