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Las redes y el miedo

Periférico

LUIS GUILLERMO HERNÁNDEZ ARANDA

Nuevamente la noche del domingo 10 de enero la psicosis se apoderó de un importante sector de la sociedad. El motivo: en las redes sociales (Facebook-Twitter) se difundió un mensaje donde supuestamente grupos criminales advertían que se desataría la violencia al oriente de Torreón a partir de las 21:00 horas. Incluso como en otras ocasiones se hablaba de un "toque de queda".

La supuesta advertencia se daba en el escenario de una de las semanas más violentas en la Comarca Lagunera con ataques a policías, a bares, incendios de gasolineras así como la detención de mandos policiacos de Matamoros, Coahuila. Es decir sobraban elementos para dar por ciertas las amenazas difundidas.

El pánico y la psicosis no han sido exclusivas de la Comarca Lagunera, no hace mucho tiempo se responsabilizaba a la Internet de provocar el terror en el Estado de México o Veracruz, incluso algunos políticos se han pronunciado por regularizar su uso o han llegado a acusar de terrorismo a tuiteros, sin duda un exceso y una mala lectura de cómo funciona el ciberespacio.

A nivel mundial algunos gobiernos, totalitarios principalmente, han apostado por medidas de este tipo que han resultado contraproducentes. Recordemos que Bill Clinton cuando fue presidente de Estados Unidos lo intentó bajo el argumento de controlar la pornografía infantil, sin embargo perdió la batalla legal con el Tribunal Supremo de Estados Unidos. Incluso de manera textual la sentencia de la Corte rezaba: "Es cierto que Internet es el caos, pero los ciudadanos tienen un derecho constitucional al caos".

Y es una verdad incuestionable: los ciudadanos tenemos derechos a emitir todo tipo de mensajes. Responsabilizar a las redes de la psicosis resulta absurdo, ya que razones para el miedo sobran, pero todo evidencia la ausencia de autoridades que emitan mensajes para aclarar o desmentir rumores.

Los políticos y autoridades locales utilizan las redes para dar los "buenos días", pero no para dar información, particularmente en el tema de seguridad, este vacío ha sido cubierto por diferentes "voceros" en las redes que muchas veces proporcionan información verídica y en tiempo real que le permiten al ciudadano ponerse a salvo de una situación de riesgo.

Diana Torres, académica y estudiosa del fenómeno de las redes sociales, comenta que la situación de violencia en La Laguna mezcla dos fenómenos en las redes sociales.

"Uno es la realidad de comunicación virtual con su dinámica que conocemos con la inmediatez, la veracidad de toda la fuente, es decir ante la imposibilidad de comprobar la información se da todo por cierto, pero también se mezcla con un fenómeno de comunicación pública, gubernamental, que es la ausencia del mensaje oficial. Si a esto le sumas el entorno tan adverso que tenemos pues tienes el caldo de cultivo ideal para que esas condiciones virtuales germinen".

Incluso la académica comenta que en este contexto de violencia muchas personas antes que checar el pronóstico del tiempo, revisan las redes sociales para ver si no hay alguna balacera, lo que aumenta la veracidad de la fuente.

"Esto responde a una necesidad primaria de supervivencia. Lo que es cierto es que la confiabilidad (en las redes) aumenta porque no hay un mensaje oficial".

Para Diana Torres las redes no generan psicosis, simplemente hacen exponencial el miedo pasivo que ya existe en la población por la ola de violencia que azota a la región.

Es importante señalar que por fortuna, la mayoría de las veces el pánico virtual no llega a las calles. Esto se debe a que en México como país, el acceso a Internet todavía es limitado de ahí que muchas veces a pesar de la psicosis virtual la gente sale a la calle a hacer su vida medianamente normal, ignorando esas supuestas amenazas.

En este escenario resulta preocupante que las autoridades de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, no utilicen el potencial de las redes sociales para advertir sobre hechos peligrosos, "delegando" esta responsabilidad en usuarios anónimos para informar, muchas veces, en tiempo real lo que está ocurriendo.

A pesar de que el fenómeno de la violencia data de 2007, las autoridades continúan utilizando las redes sociales para emitir boletines varias horas después de que se registraron los hechos, con estrategias de comunicación que datan del siglo pasado. Los políticos locales prefieren utilizar las redes para decir "hola a todos", en lugar de proporcionar información útil a los ciudadanos, particularmente sobre los hechos violentos.

"Estamos leyendo discursos demagógicos ochenteros en tuiter", así define Diana Torres el intento fallido de utilizar las redes sociales de parte de las autoridades y políticos locales.

Aunado a estas fallas de comunicación está el hecho de que la población cada vez cree menos en los políticos. Es un hecho que las instituciones políticas están en un nivel de prestigio, confianza y credibilidad muy bajo, de ahí que los mensajes de un usuario desconocido muchas veces tienen mayor credibilidad.

En el contexto de violencia e inseguridad es urgente que las autoridades asuman su rol para informar y advertir. En algún tiempo la Fiscalía de Coahuila asumió este rol, pero se limitaba a informar sobre los hechos que se registraban en Saltillo. Urgen estrategias de comunicación al respecto porque de lo contrario la fuerza del rumor se impondrá con resultados negativos.

lharanda@elsiglodetorreon.com.mx

Twitter: @lharanda

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www.siglotv.com

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