Muro. Ante la necesidad de entrar al panteón deudos brincan el Muro Memorial.
Hace dos años Manuela de la Rosa vio morir a su hijo a causa de diabetes, ahora ni si quiera puede acercarse a su tumba, "yo veo como todas se brincan, pero yo ni cómo hacerle porque las piernas me fallan".
Ocurre que cientos de personas han burlado la barda perimetral que colocó la empresa Gayosso, luego del dictamen técnico emitido por el Colegio de Ingenieros Civiles de La Laguna A.C. el 16 de agosto de 2013 y con el acuerdo de Protección Civil de Torreón
Desde uno de los resquicios del Muro Memorial, en el Panteón Jardines del Carmen, Doña Manuela asoma la cabeza para intentar ver la tumba de su hijo, la verdad es que tampoco alcanza a ver con claridad, pero ella siente que al hacerlo puede estar más cerca de él.
"No le hemos arreglado, ni limpiado porque yo no me puedo brincar", dice Doña Manuela que sólo cuando fue en el primer aniversario luctuoso cuando pudieron entrar a limpiar y rezar, "desde ese día ya no sé ni cómo está la tumba de mi hijo".
SOLAMENTE OBSERVA
A doña Manuela no le queda otra, tiene que quedarse del otro lado del muro. Dos de las mujeres le ofrecieron ayudarla a trepar el muro, "yo ya no puedo, mis piernas no me responden, apenas puedo sostenerme".
Pese a sus dificultades físicas, doña Manuela, tomó un taxi para ir al panteón, con dificultad llegó hasta una de las bancas y ahí se quedó, a la espera de que por fin la dejen entrar.
El hijo de Manuela está enterrado en el área denominada Jardines Zona 1, que se restringió permanentemente y que comprende las áreas de: San Marcos, San Lucas, El Buen Pastor, Los Santos, San Santiago y San Rafael.
'IMPOTENCIA' Doña Manuela siente impotencia, sabe que aunque se acerque a la tumba no podrá volver a verlo, ni platicar con él, de cualquier forma quiere hacerlo para sentir alivio a su pena. Ella sueña con que un día vuelvan abrir el panteón y por fin pueda pararse frente a la tumba, lo saludará e intentará contarle como están sus hermanos, "aunque no me oiga, yo así quiero hablarle, es que se necesita".
Sus hijos le dicen que no se desgaste, pero ella comenta que sienten la misma impotencia,"queremos platicar con él y estar ahí, donde están sus restos", dice con la voz entrecortada y es que la familia pagó el terreno, todos esperaban poder visitarlo tranquilamente, "ellos están jugando con nuestros sentimientos, apenas tiene dos años de fallecido y ya no podemos ni acercarnos a su tumba".
Según información de la empresa, se comprometieron a colocar un Muro Memorial, trabajos continuos, deshierbe, fumigación y limpieza. Además de colocación de tapas e inicio de la construcción de la sección elevada.
Pese a las promesas de la empresa Gayosso, doña Manuela mandó llamar a otros dos de sus hijos con la intención de que se brinquen y le den una relación pormenorizada del estado de la tumba donde están los restos de su hijo. Intentará todo con tal de sentirse un poco cerca.
han pasado desde la muerte de su hijo.
