El concurso de lectura de comprensión "Leemos", organizado por el periódico El Siglo de Torreón por cuarto año consecutivo, sienta un precedente entre estudiantes y profesores de educación primaria y media de la Comarca Lagunera, que es digno de comentario.
El amor por la lectura y el saludable hábito que genera es algo que no se enseña en el pizarrón. Constituye una experiencia que se difunde y se inculca por vía del ejemplo y el ejercicio pedagógico formal o coloquial, bajo la guía de padres de familia y maestros.
Los distintos actores de la sociedad pueden hacer sus propias aportaciones en cuanto al impulso a la lectura y en ese sentido, esta casa editorial pone su grano de arena promoviendo la lectura de comprensión entre los niños y jóvenes a partir del concurso anual cuyo comentario nos ocupa, con la convicción de que el libro es un alimento para el espíritu que el ser humano requiere todos los días, con la misma fuerza de necesidad que corresponde a la comida que nutre el cuerpo, porque está escrito: No sólo de pan vive el hombre.
El libro es vida humana hecha objeto, y contiene experiencias existenciales que abren el diálogo entre el autor que habla y el lector que contesta. El libro no es sólo un conjunto de letras o figuras sobre el papel, sino que se transforma en ideas y propósitos en la inteligencia y la voluntad del receptor, que de esta modo pasa de ser espectador, a sujeto activo en el proceso.
La lectura de comprensión como ejercicio didáctico desarrolla la capacidad del alumno para entender lo que lee, tanto respecto a las palabras que integran un texto, como en relación al sentido global del texto en su totalidad.
Como consecuencia, la lectura de comprensión implica un proceso de interacción entre el texto, el pensamiento y el lenguaje, en virtud del cual el lector va más allá del entendimiento gramatical y desentraña el sentido lógico. El hábito de la lectura construye una cadena de transmisión generacional de la cultura y en consecuencia, los ávidos lectores de hoy serán los grandes escritores del mañana.
A este respecto Lope de Vega, autor del Siglo de Oro de la Literatura Española nombrado como el Fénix de los Ingenios, describe el proceso de construcción de su obra monumental, contestando a la interrogante: "¿Cómo compones? leyendo, y lo que fue leído imitando, y lo que fue escrito borrando y lo borrado escogiendo...".
El concurso que promueve El Siglo de Torreón entraña un ejercicio individual y colectivo, y de ahí la expresión en primera persona del plural "Leemos". Los reconocimientos del resultado del concurso consisten en doce premios, que se reparten en tres lugares, en cada una de cuatro categorías: Tercero de primaria, sexto de primaria, segundo de secundaria y segundo de preparatoria. Los reconocimientos se refieren tanto a los alumnos triunfadores, como a sus maestros.
Este año, respondieron a la convocatoria veintinueve instituciones de la Comarca Lagunera. La totalidad de los premios de tercero y sexto de primaria se entregaron a centros educativos ubicados en la ciudad de Gómez Palacio, en tanto que cinco de los seis premios entregados en las categorías de segundo de secundaria y segundo de preparatoria, correspondieron a escuelas de educación media de Torreón. La Institución más premiada fue la Academia Villa de Matel de Gómez Palacio, la más antigua de la Comarca Lagunera, con más de cien años de ininterrumpida entrega a la formación de niñas y jovencitas, lo que ofrece un ejemplo digno de ser analizado e imitado.
Los efectos del concurso no terminan, porque el diálogo académico y coloquial continúa en el seno de la comunidad y su presencia es de todo los días. Se trata de una semilla sembrada año con año que germina en la mente y el corazón de cientos de niños y jóvenes de la Comarca Lagunera, y que redunda en la generación del hábito de la lectura no sólo en los participantes directos, sino en la sociedad en su conjunto, impactada por tan saludable impulso.