Coronación de la reina S.M. Magdalena I.
En este lugar de ensueño y de magia, donde nuestro municipio se inicia con la fundación por los padres jesuitas de una misión al sur de nuestra ciudad, denominada San Juan de Casta (Hoy León Guzmán), quienes de inmediato procedieron a la evangelización de los primeros pobladores indígenas. Este lugar fue el punto de partida de la colonización y desarrollo de su gran territorio. Los colonizadores españoles crearon asentamientos con familias indígenas que vivieron en estos lugares, unos originarios de España, otros de Zacatecas, los había también indígenas tlaxcaltecas y zacatecos.
Desde antaño, el municipio de Lerdo lo cruzan dos ríos laguneros, el del Nazas y el Aguanaval, que abrazan todavía con su preciado líquido las tierras donde se cultivan plantas como el trigo, maíz, frijol y el llamado oro blanco "el Algodón" y los grandes ganados obrejeros, convirtiendo estos lugares en los graneros de alimentos que dieron margen a la supervivencia del ser humano.
Lo cierto es que el pueblo de San Fernando fundado en 1799, y luego Hacienda de San Fernando es remitida a la Villa Lerdo de Tejada, en 1864 por don Benito Juárez García, para después convertirse en 1894 en Ciudad Lerdo, únicamente en lo que respecta como Cabecera del Municipio.
Ninguna vecina en la Comarca Lagunera, nació como la nuestra, o sea a través de una tradición, de leyenda y de magia, como fue a raíz de una petición de una famosa dama de la localidad, llamada María del Carmen Carreón Mancillas, quien le concediera el Jefe Político del Partido de Mapimí, Coronel Ramón Castro, con motivo del cumpleaños de la mencionada Villalerdense. Iniciativa apoyada por las fuerzas vivas de la Villa.
Pero en Lerdo para ese tiempo ya existían en su primer cuadro urbano de la ciudad hermosas construcciones de casas-habitación y locales comerciales: Almacenes de abarrotes nacionales y extranjeros, Armerías, máquinas para la agricultura y de coser Singer, boticas, cristalerías, curtidurías, ferreterías, estudio de fotografía, imprentas, modistas, mueblerías, papelerías, relojería, joyerías, sombrererías, tabaco y tenerías.
El progreso se daba a la par con la cultura y las obras materiales, consolidadas con esos hombres abigarrados, decididos y empeñosos, nos habían heredado una gran infraestructura hidráulica en su tiempo, con la construcción de presas, represas y canales a lo largo del municipio de Lerdo. Existía un gran número de etnias extranjeras que vivían en los distintos barrios de la Ciudad, como españoles, norteamericanos, chinos, ingleses, alemanes, árabes, en fin, casi de todas las nacionalidades.
Ciudad Lerdo, se desarrolló en todos sus órdenes surgiendo una nueva generación de talentos influían en las manifestaciones artísticas y culturales, en el Teatro Ávila, se hacían presentaciones de artistas de renombre nacional para el pueblo culto de Lerdo. Y los medios de comunicación desempeñaban también un papel en la transformación económica, social y cultural, como fue la prensa escrita. Consolidándose una etapa de crecimiento y de progreso, continuando los lerdenses con ese tesón de trabajar y convertirla después en la Perla de La Laguna en la última década del siglo XIX, por consecuencia el vértice del desarrollo social, cultural, político y económico de la región en la Comarca Lagunera.
Decía el ameritado maestro Amado Illarramendi Fierro excelente historiador de Lerdo, que la Villa Lerdo de Tejada brotó de la nada, que era un población a semejanza de un cuento de hadas, o con la apariencia de un sueño dorado; de ahí pues parte su magia, la tradición y su leyenda, de las vías del tranvía de atracción de animal, la existencia de los túneles que han sido construidos a instancias de la crónica popular que asegura una red de pasadizos por toda la ciudad.
Desde hace muchos años a Lerdo se le ha distinguido como Ciudad Jardín, Vergel Lagunero o metrópoli del Higo. Sus hijos que la quieren y la respetan le han formado versos muy bellos con frases de elegancia: Como, "¡OH! Lerdo querido, de tus bellos jardines me acuerdo, y, de tus mujeres bellas me enamoré, nunca te olvidaré". Le componen canciones y corridos recordando su riqueza arquitectónica y sus huertas llenas de frutales de toda especie, y de sus flores que despiden fragancias llenas de melancolía y nostalgia; recuerdan la vid que dio renombre a Lerdo por sus uvas convertidas en vinos.
El trazo urbano de nuestra Ciudad único en el ámbito regional, en donde sus calles estrechas confluyen al Centro Histórico, en el que fundaron su sueño los poetas, músicos y la sociedad de abolengo. Lerdo contiene la creatividad, la calidez y la hospitalidad de sus habitantes, para combinarse con la historia, cultura y la arquitectura de remembranza como la de una ciudad europea en La Laguna, todo esto es un atractivo para el visitante que puede avanzar tranquilamente y sereno en una ciudad donde sus calles son continuas y alineadas, sitio para que el ser humano disfrute de la existencia de su clima en sus temporadas primaverales.
En este 16 de noviembre los lerdenses estuvieron de fiesta y de manteles largos, pues festejaron el 119 Aniversario, con motivo de habérsele dado la categoría de "Ciudad Lerdo". En la fiestas de la ciudad que cada año se realizan, la justa de bellas y jóvenes mujeres como candidatas para ser elegida la Reina de los Festejos, con desfiles, ceremonia de Coronación, Ciudadanos Distinguidos, Acto Cívico, misa de acción de gracias, pastel gigante y presentaciones culturales y artísticas.
Ante todas esas manifestaciones culturales, tradiciones y costumbres, Lerdo no pierde la esperanza, si no, sigue adelante mostrándose ante el mundo como un eje desarrollador de oportunidades, cada vez acrecentando su visión como ciudad hacia el futuro, porque algún día convertiremos ese sueño que quedó pendiente de nuestros ancestros, el de ser la primera en la Comarca Lagunera, claro dentro de la competencia que nos marca el desenvolvimiento del progreso.