Los meniscos son un par de estructuras ubicadas entre el fémur y la tibia que ayudan a la estabilidad de la rodilla y distribuyen el líquido sinovial, que lubrica esa área y distribuye las cargas para un más adecuado funcionamiento de las rodillas. ARCHIVO
El investigador Martín Alette Oliva Gómez dijo que posicionada entre los principales motivos de atención, la lesión de meniscos afecta en especial a jóvenes, sobre todo a quienes practican algún deporte de contacto como futbol.
El traumatólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, señaló que el grueso de los pacientes que se atienden por este problema corresponde a personas de menos de 35 años.
Dijo que en este caso, la lesión es de tipo traumático y aparece tras la práctica de actividades muy enérgicas, que implican el movimiento intenso y repetitivo de dicha articulación, sin omitir el levantamiento frecuente de objetos pesados.
Añadió que el paciente de 35, 40, 50 años o más, desarrolla problemas en los meniscos debido a un desgaste de los mismos, producto de la edad.
Señaló que los meniscos son un par de estructuras ubicadas entre el fémur y la tibia que ayudan a la estabilidad de la rodilla y distribuyen el líquido sinovial, que lubrica esa área y distribuye las cargas para un más adecuado funcionamiento de las rodillas.
Resaltó que cuando alguno de los meniscos se rompe, el dato más evidente es el dolor intenso que hace que el paciente de forma inconsciente afloje la articulación y con ello no tenga un adecuado apoyo.
“Incluso puede oírse un clic, al momento en que se lastiman, además puede haber inflamación de la articulación por derrame del líquido ya mencionado”, puntualizó.
Subrayó que en función de la extensión de la lesión puede resultar incapacitante, una lesión de meniscos en la mayoría de los casos (80 por ciento a 90 por ciento) amerita ser corregida mediante cirugía artroscópica.
Destacó que la cirugía puede tomar entre una hora y hora y media en su realización y en algunos casos a partir de la primera o segunda semana, cuando la inflamación de la zona ha desaparecido, el paciente inicia un programa de rehabilitación física, tras el cual, en promedio en un mes o mes y medio, puede reiniciar su vida cotidiana.
