Manifestantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) liberaron ayer las sedes de la Cámara de Diputados y el Senado, aunque desde hace dos días el Congreso terminó su período extraordinario de sesiones.
Pero la protesta de los maestros disidentes contra la reforma educativa no ha terminado y los manifestantes se replegaron al Zócalo de la Ciudad de México, donde anunciaron un plantón al menos hasta principios de septiembre.
La Cámara de Diputados fue bloqueada el miércoles y el edificio del Senado el jueves, cuando los legisladores votaron las leyes para la evaluación de maestros, a la que se opone la Coordinadora.
La liberación de los recintos legislativos fue parte de un acuerdo de la CNTE con la Secretaría de Gobernación para comenzar negociaciones el lunes.
Los maestros también liberaron los accesos al aeropuerto capitalino, que bloquearon el viernes.
Sin embargo, la CNTE anunció para el 1 de septiembre una "marcha nacional de repudio al Informe" del presidente Enrique Peña Nieto.