EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Lilián de la Concha

GILBERTO SERNA

Cuando contrajo nupcias, ella Lilián, contaba apenas con 21 años de edad, en tanto el novio Vicente estaba casi en los 30. Se habían conocido siendo ella secretaria del director general y él fungía como director de mercadotecnia en una empresa refresquera transnacional. Un matrimonio que duraría 19 años. Aun estaba lejos de aquel dicho que se popularizó en campaña de "víboras prietas, alacranes, alimañas, sanguijuelas y tepocatas", refiriéndose obviamente a sus contrarios políticos, con un hondo sentido peyorativo. Después cada quién tomaría un camino distinto. Viene ahora a colación su nombre, porque las autoridades estadounidenses por conducto de la fiscal Debra Kanof implicaron a la exesposa de Vicente Fox, de nombre Lilián de la Concha dentro de un proceso penal como copartícipe del delito de lavado de dinero.

Marco A. Delgado, director de la firma Delgado y Asociados con sede en el Paso, Texas, ofreció sus buenos oficios para hacerse con el contrato para la repatriación de mexicanos que murieran en territorio de Estados Unidos con o sin documentación en regla, sin cargo para los familiares. Los envolvió con su labia de tal manera que de buenas a primeras le soltaron 1.5 millones de dólares, sin que les demostrara que había obtenido el contrato para la repatriación de cadáveres. Delgado les aseguró que la aseguradora que ganara el contrato les pagaría cantidades cercanas a 10 millones de dólares. En días posteriores les dijo que las cámaras de que se compone el Congreso ya habían autorizado el proyecto.

La justicia de Estados Unidos acusa a Delgado de lavar más de 600 millones de dólares, para un cártel dedicado a ilícitos negocios. Se dice que se asoció con Lilián de la Concha para hacer negocios. Lilián y otros inversionistas mexicanos le dieron a Delgado, un millón y medio de dólares de anticipo para gestionar el contrato referido de repatriar cadáveres de mexicanos fallecidos en territorio americano.

Ambos fueron pareja, lilián y Marco Antonio hicieron planes para casarse. Todo iba bien, excepto los negocios, pero de pronto, el cielo se oscureció, Marco Antonio, le pidió matrimonio a Lilián que era 14 años de edad mayor que él que comenzó, antes tan solícito y amoroso a evadirla, desapareciendo. De repente le habló diciéndole le habían extirpado un tumor canceroso en el colon.

Desesperada le pidió a un amigo indagara su paradero. Estaba sano, le dijeron, paseando con su novia lo que fue un baño de agua fría. Se enteró además que está detenido acusado de lavar dinero. Es la historia conocida de siempre: un ladrón despiadado, desalmado e insensible, capaz de robar a su abuelita paralítica sin el menor remordimiento. Supo así que Marco Antonio es un pillastre de siete suelas o sea un bribón empedernido, un auténtico canalla de colmillos retorcidos.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 926860

elsiglo.mx