Protestas. Varias personas se manifiestan en contra de la quita a la que se verán sometidos los depósitos en frente del palacio presidencial de Nicosia, Chipre.
Chipre decretará límites a las transferencias de dinero y emplazará más guardas de seguridad el jueves cuando vuelvan a abrir los bancos, cerrados desde hace casi dos semanas para evitar una corrida debido a la crisis financiera.
Un funcionario bancario dijo el miércoles que los nuevos controles incluirán restricciones a las grandes transferencias de capital de los dos bancos más importantes del país, el Bank of Cyprus y Laiki.
Ambos están siendo reformados y sus grandes clientes encaran confiscaciones de hasta un 40% en sus depósitos.
Empero, las autoridades intentan ampliar el retiro diario de 100 euros a 300 (de 130 a 386 dólares), mientras que los pagos de salarios podrán continuar para ayudar a las empresas, afectadas cuando los consumidores redujeron sus gastos ante el incierto panorama bancario.
Las restricciones durarán por lo menos una semana hasta que quede estabilizada la situación, dijo el funcionario, que habló a condición de guardar el anonimato porque las medidas no han sido aún adoptadas.
Mientras tanto, la firma de seguridad G4S emplazará 180 de sus guardas en los bancos de todo el país para garantizar el orden, dijo John Argyrou, director gerente de la filial en el país.
"Nuestra presencia tendrá como fin garantizar el bienestar tanto del personal del banco como los clientes, aunque también estará presente la policía", agregó.
Argyrou no anticipa problemas graves en los bancos cuando abran sus puertas porque la gente ha tenido tiempo "para digerir" lo ocurrido. "Quizá haya algunos incidentes aislados, pero nos jactamos de ser civiles y pacientes, por lo que no espero nada grave".
Rechazan comparación
Luxemburgo rechazó ser comparado con Chipre, en una medida que busca alejarlo de las previsiones que lo ubican como la siguiente plaza financiera que deberá de ajustar su sistema bancario.
En un comunicado el Ducado de Luxemburgo rechazó las políticas que intentan "renacionalizar" elementos de los mercados locales o introducir criterios que son contrarios al espíritu de nuestras economías, señaló el documento.
Se mostró preocupado por las comparaciones que desde la crisis bancaria de Chipre, se han hecho entre los modelos de negocios de los sectores financieros internacionales en el área del euro, así como entre el tamaño del sector financiero de un país y su Producto Interno Bruto (PIB).
Luxemburgo apoya el programa de ajuste aplicado en Chipre pues su sector financiero estaba estructuralmente desbalanceado, aseguró en el comunicado.
De su sistema financiero, elogió su base diversificada de clientes, sus sofisticados productos, sus eficientes mecanismos de supervisión y el riguroso respeto y aplicación de los estándares internacionales.
Por el contrario, el modelo financiero de Luxemburgo es una puerta de entrada de inversiones para el área del euro, lo que contribuye a la competitividad de todos los miembros de la Unión Europea (UE), agregó.