Éxito. A un año de que se le transplantaron ambos brazos, Gabriel Granados Vergara agradece con un abrazo al médico Martín Iglesias Morales, quien estuviera a cargo del proyecto. Éste es el primer caso efectuado en América Latina.
Hace un año a Gabriel Granados le transplantaron dos brazos nuevos. Hoy puede comer por sí solo, abrir puertas, lavarse los dientes y firmar los recibos de sus recetas médicas. Gracias a los cuidados y terapias del Tlalpan Team, con 40 miembros especialistas del Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, ha recuperado un 50% de su movilidad.
El cuatro de enero de 2012, Gabriel estaba en la azotea de su casa indicándole a los albañiles dónde quería la nueva barda para dividir los cables de luz, cuando recibió una descarga eléctrica y estuvo a 10 centímetros de morir, porque pudo haber caído de los nueve metros de su casa.
Cuando despertó se enteró que tenían que amputarle ambos brazos. Dice que se deprimió y que nunca pensó que una operación como ésta era posible. "Le dije a mi médico: 'Ya no muevo mis dedos'; en ese momento supe que iba a perder las manos y así sucedió. El 17 de enero me amputaron el brazo derecho y el 20 el izquierdo. Estando hospitalizado, mi esposa me dijo de esta opción, del protocolo de transplante. Sabíamos los riesgos, pero para mí ha sido muy bonito, ya tengo otra vez mis extremidades". El donador fue un hombre que falleció a los 34 años de edad.
Martín Iglesias, jefe de cirugía plástica, dijo que este es el primer caso exitoso en Latinoamérica, el octavo a nivel mundial. El mayor riesgo es de rechazo, además puede acarrear enfermedades metabólicas y diabetes. También se debe encontrar el donador correcto, el mismo color de piel, tamaño, edad, "es casi un pedido a la carta".
