Simultáneo al anuncio de que inversionistas japoneses preparan una catarata de apuestas con el país, vía la compra de bonos de deuda del gobierno federal, el Banco de México anticipó la cancelación temporal del mecanismo de subastas de dólares instrumentado a finales de noviembre del 2011.
La conexión es clara: la sobreoferta de dólares "golondrinos" del exterior está provocando una revaluación del peso, cuyo efecto resulta contraproducente para el país… aunque no lo parezca.
La medicina para acotar la inflación con la llegada de importaciones baratas produce efectos alérgicos para las exportaciones, el turismo y el propio gobierno, al recibir menos pesos por lo exportado.
No hay, pues, razón para defender la paridad
La colosal cifra de reservas acumuladas por el Banco de México, 166 mil 900 millones de dólares, hay que tenerlas listas para cuando los especuladores encuentren mejor destino para su ambición, desestabilizando a la economía nacional.
La paradoja del caso es que la lluvia de billetes verdes, en opción de convertirse en tormenta, la validan algunos analistas como fruto del buen momento de México. El renacimiento de la confianza ante las reformas estructurales aprobadas y las que están en la puerta, además de la fortaleza macroeconómica del país.
Lo cierto es que el escenario, para ser válido, debía traducirse en una catarata de inversiones productivas que generen empleo y dinamicen la economía… cuyo flujo es apenas incipiente.
La inversión especulativa sólo busca nichos donde multiplicar sus ganancias frente a coyunturas desfavorables en sus países de origen. Los japoneses, por ejemplo, se preparan a salir ante una decisión del banco central de abatir las tasas de interés de los bonos de deuda del gobierno.
"Más que reflejar la confianza de los inversionistas en la solidez de la economía mexicana -señala un análisis de la empresa Consultores Internacionales ("Peligroso caballero es Don Golondrino")-, la llegada de capitales especulativos refleja el oportunismo que encierra la globalización financiera. Ante la coyuntura internacional, donde la política monetaria expansiva de los gobiernos de las economías avanzadas ha llevado a tasas de interés cercanas a cero, países emergentes como el nuestro mantienen tasas altas, incluso por encima de la inflación, lo que las convierte en refugios indiscutibles".
Al final del año pasado la inversión extranjera de cartera alcanzó 80 mil 230 millones de dólares, que representan el doble del 2010 y 2011.
De acuerdo al Banco de México, sigue la tendencia, a marzo pasado la acumulación llegaba a 135 mil 200 millones.
El problema es que de la cifra acumulada hasta el año pasado, 46 mil 643 millones de dólares se invirtieron en papeles de deuda del gobierno, cuyo riesgo es mínimo.
Más de la mitad de los recursos, pues, le apostaron a lo fácil, frente a la posibilidad de papeles privados que representan opciones de financiamiento para la actividad productiva.
El punto fino se ubica en que el Banco de México mantuvo por meses una tasa de interés de referencia de 4.5%, por encima de su expectativa de inflación, lo que dejó abierto el apetito de los especuladores.La catarata, decíamos, ha propiciado la revaluación del peso. Si al cierre de junio el tipo de cambio FIX había llegado a 13.96 pesos, hasta marzo pasado se registraba una apreciación de 10%, casi dos pesos.
En su alerta, Consultores Internacionales señala que otro de los efectos negativos de los capitales golondrinos es la revaluación de activos, e incluso del crédito.
"El problema es que cuando las burbujas se revientan causan devastadores daños".
¿Se acuerda usted que en 1994, cuando el país registró una fuga masiva de capitales especulativos, se provocó una de las más espectaculares devaluaciones del peso, tras que agotarse prácticamente las reservas internacionales del Banco de México y registrar la economía una caída de 6.9%?
En aquel entonces el capital externo en títulos de deuda en pesos alcanzaba 83 mil millones de dólares, equivalentes al triple del acumulado en reservas internacionales.
Lluvia de dólares… especulativos.
Aplaudida en principio al señalar que "daría un impulso histórico a la competencia en telecomunicaciones y radiodifusión, en beneficio de los consumidores, de la competitividad de la economía y la pluralidad", la Comisión Federal de Competencia está metiendo la reversa, frente a la letra chiquita de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones.
La manzana de la discordia es el otorgamiento de facultades para atender asuntos de competencia en el sector al Instituto Federal de Telecomunicaciones en sustitución a la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
La paradoja del caso es que originalmente se había hablado de que bajo el nuevo escenario se fortalecería la política de competencia en los demás sectores de la economía, "al crear una instancia autónoma con herramientas adicionales y sujeta a una revisión ágil por tribunales especializados."
El giro de 90 grados llegó ante la presión panista frente a lo que se califica de "aberraciones".
¿Se acuerda cuando el presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, Claudio X. González, decía que las facultades de Ifetel producían "ñañaras"?
MODELO SE ENTRAMPA
El sigilo absurdo con que se manejó la información de la muerte por asfixia de siete trabajadores de la Cervecería Modelo que realizaban tareas de limpieza de una cisterna, provocó 'sospechosismo' de la opinión pública sobre las causas reales del accidente. La empresa mantenía un escenario de austeridad extrema al aplazarse una y otra vez la posibilidad de cerrar la operación por medio de la cual la firma sueco-brasileña Anheuser-Busch InBev asumiría el 50% que le falta para tener la totalidad del capital de la cervecería mexicana.
Por lo pronto el gobierno capitalino ya ordenó siete auditorias en materia de medidas de seguridad en la planta de la firma en la colonia Irrigación.
APUESTAS EN COLOMBIA
A la callada, el Grupo Salinas de Ricardo Salinas Pliego está construyendo en Colombia lo que se califica como la red de fibra óptica más importante en América Latina, cuyo extensión alcanza 19 mil kilómetros. La telaraña se extiende a lo largo de 757 municipios que representan 80% del territorio del país.
La infraestructura, en cuya creación el gobierno del país sudamericano ha aportado 235 millones de dólares, permitirá ofrecer servicios de conectividad de clase mundial.
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