El dolor en la parte baja del vientre, entre el ombligo y el pubis, así como un incremento en la frecuencia al orinar y la sensación de un vaciamiento incompleto de la vejiga, son síntomas clásicos de la cistitis. INGIMAGE
El 90 por ciento de los casos de cistitis, inflamación de la vejiga principalmente por presencia persistente y abundante de bacterias, se presenta en mujeres, afirmó el urólogo del IMSS en Jalisco, Héctor Solano Moreno.
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) precisó que aguantar las ganas de orinar es uno de los principales disparadores de esta afección cuyo rango de presentación abarca de los 15 a los 40 años, es decir, en plena etapa productiva.
Añadió que también influyen aspectos anatómicos de los genitales de las mujeres, lo que las hace más proclives al desarrollo de cistitis, que entre sus manifestaciones más evidentes son deseos frecuentes de orinar.
Comentó que, por lo común, se trata de una afección aguda que llega a representar entre el 10 y el 15 por ciento de las consultas femeninas al urólogo en diferentes hospitales del Instituto.
Destacó que el dolor en la parte baja del vientre, entre el ombligo y el pubis, así como un incremento en la frecuencia al orinar y la sensación de un vaciamiento incompleto de la vejiga, son síntomas clásicos de la cistitis.
Además, dijo, la paciente refiere ardor intenso al orinar e inclusive llega a aparecer sangrado, el cual puede ser microscópico, esto es, captado mediante estudios de laboratorio, o bien, captarse a simple vista por la paciente, “la orina se ve color naranja o rojiza”, detalló el entrevistado.
Explicó que en casos severos la infección puede avanzar y alcanzar los riñones, de ahí que el tratamiento en estos casos sea fundamental para evitar complicaciones.
La prescripción de fármacos y algunas recomendaciones médicas bastan para resolver la cistitis aguda; sin embargo, cuando el problema es persistente y ocurren tres o más infecciones de este tipo en el año, “debemos estudiar con mucho mayor detenimiento a la paciente”.
Además del origen ya referido de la cistitis como consecuencia de bacterias coliformes, la afección también se puede desarrollar por infecciones vaginales, así como por radiaciones, esto último en pacientes bajo tratamiento por cáncer en la región pélvica (cérvico uterino, próstata, por ejemplo).
Asimismo, las personas con algún padecimiento reumático son susceptibles al desarrollo de cistitis como un efecto secundario al tratamiento que reciben para el control de su afección.
“Una mención especial merecen los fumadores ya que el tabaco, por el efecto de disminución en el calibre del sistema vascular (venas) periférico también hace vulnerable a la vejiga a inflamarse con facilidad”, apuntó.
De igual manera, las personas diabéticas o quienes toman inmunosupresores como parte de algún tratamiento, por ejemplo los que han recibido algún trasplante de órgano, pueden también desarrollar cistitis debido a sus bajos niveles de defensas orgánicas.
Solano Moreno no omitió mencionar que cambios hormonales como los que ocurren durante la menopausia, en que desciende la producción de estrógenos (encargados entre otras cosas, de la adecuada hidratación de tejidos y mucosas como el caso de la vejiga), incrementan la posibilidad de desarrollar cistitis.
Ante esto el experto recomendó tener un mayor cuidado en la higiene de los genitales y procurar una adecuada hidratación, así como acudir al médico ante las primeras molestias, para evitar que la cistitis avance a grados en algunos casos, incapacitantes.