Una vez entrado el año, lo único que deseamos es que nadie nos recuerde a los 'innombrables'. Y no, no estoy hablando de ningún politicazo, gasolinazo ni copetazo.
Tampoco estoy hablando de alguna ex pareja, ni mucho menos de los próximos recibos de luz, agua, cable, gas, teléfono, pavimento, tenencia, etcétera, a pagar. No.
Los 'innombrables' son todo aquello que (borracho o no) prometimos cumplir en este año nuevo 2013.
La verdad es que todos prometemos y prometemos pero sabemos que no cumpliremos. Y hasta cultural se ha vuelto esta situación de los 'propósitos de año nuevo', es decir, se ha mofado con el hecho de que la mayoría de los mexicanos nos 'proponemos' en cierre de año ciertos objetivos, pero no todos los cumplen.
Lo peor es que nos hemos acostumbrado a hablar y prometernos a nosotros mismos y a los demás tal cantidad de cosas, que una vez entrado el año, ni siquiera nos acordamos de lo dicho.
Probablemente suene exagerado esto que estoy a punto de decirles, pero les daré un ejemplo clave, una razón constante de por qué sí cumplir nuestros 'propósitos de año nuevo'.
A muchos les ha pasado lo siguiente: nos proponemos el clásico 'bajar los kilitos', y cuando llega enero jamás volteamos hacia nuestro propósito, o tal vez, sí, comenzamos con ánimos en el gimnasio, en casa haciendo ejercicio o saliendo a correr, pero después de unos días lo dejamos y probablemente le echamos 'la pelotita' a la falta de tiempo por el trabajo, escuela, amigos, novio(a), falta de dinero, inseguridad en la ciudad y hasta al frío lo culpamos (es que con el frío da 'hueva'). En fin, excusas siempre sobran.
El punto es, que si no somos capaces de cumplirnos a nosotros mismos un propósito tan simple (y necesario en todos los casos), como es el ser constante al hacer ejercicio, dudo bastante que se sea constante en cualquier otro 'propósito de año nuevo'. No importa cuál sea; leer un nuevo libro, llevar una agenda para organizarse mejor, ser puntual, luchar por ese ascenso, ser constante en la escuela para mejorar calificaciones, etcétera, la lista es casi como dicen algunos que el universo es: infinito.
Es por este tipo de situaciones que he decidido compartir un método que aproximadamente cuatro meses me enseñaron. Se llama 'metas a corto y mediano plazo'.
Lo he conjugado con los tan mencionados 'propósitos de año nuevo' y he discernido en no llamar a mis propósitos tal cual, sino más bien establecerme 'metas a corto y mediano plazo'.
No digo que porque le cambiemos el nombre a 'metas' en lugar de 'propósitos' mágicamente nos haremos personas responsables y constantes, claro que no. El punto está en fijarse metas de verdad; no promesas incumplibles y ridículas (ser millonario, conocer y/o besar a tal artista, aventarse de un paracaídas, etc.).
Seamos congruentes con nosotros mismos y pensemos con la cabeza bien plantada; ¿qué es eso que no sólo deseo, sino que en verdad me traería un bienestar, si no es que completo, que llene ciertos aspectos de mi vida (personal, social, laboral, etc.)?
Puede ser desde lo más simple, como ponerse de meta terminar el libro que comencé en 2005 y aún no acabo, o comenzar con la planeación de algún proyecto que me satisfaga en cualquier sentido de mi vida.
Les propongo, o mejor dicho les dejo como 'meta' fijarse una de estas últimas y aquí viene lo interesante: si no lo logran cumplir en 3 a 6 meses, la dejan ir. Que la meta fijada sea una situación viable a cumplirse en este periodo, si de plano no lo logramos o llegan los 2 meses y aún siquiera no comenzamos en forma a llevarlo a cabo, dejamos esa meta de lado, y borrón y cuenta nueva.
El embrollo en todo esto de las metas no es presionarnos a nosotros mismos, el punto es sabernos comprometidos con nuestro interior. Por eso mismo la meta a cumplir en los próximos 3 a 6 meses será algo importante para nosotros, no para los demás, y créanlo, eso es lo que le dará sabor a sus vidas, siempre tener algo en mente.
Si lo tomamos en serio y logramos nuestro primer proyecto del año con este método, les prometo una satisfacción enorme y lo único que les podré decir es: felicidades, ahora, ¿cuál es tu siguiente meta a cumplir?
Alguna vez escribí sobre lo difícil que la vida se ponía en ciertos puntos de la misma, pero terminé con una frase más o menos así:
Qué grandioso y formidable sería tener dinero, amigos verdaderos, que nuestros padres nunca murieran, trabajo seguro, salud por siempre y mucho amor, pero, ¿entonces dónde quedaría lo interesante de la vida?
@karenleyvaa
karen_leyvaa@hotmail.com
