Logran jóvenes éxito en el exterior

El éxito de emprendedores mexicanos se da a conocer en el mundo. Quien lo dijera que muchos jóvenes con ideas de negocio logran triunfar en el exterior y muestra de ellos son muchos negocios que brillan en otros continentes, gracias al talento de mexicanos.

Miles de ideas de negocio que hoy en día son un éxito fueron creadas por jóvenes emprendedores cuyo objetivo es mejorar su calidad de vida, y contribuir con el panorama económico del país.

En 2012 la historia de la empresa Gran Mitla, firma de capital ciento por ciento mexicano, inició operaciones con un capital de 70 mil pesos y elaboraba al mes 40 kilos de sal de gusano de maguey con un proceso artesanal.

Tras casi un año de operación, Gran Mitla es liderada por seis jóvenes empresarios (de 26 a 36 años) que, sin quitar el dedo del renglón, innovaron y tocaron diversas puertas para lanzar nuevos productos al mercado y lograron comercializarlo en el extranjero.

Ricardo Acosta Feregrino, socio y director creativo de la empresa de 30 años de edad, reveló que el crecimiento de la compañía tras un año de operación se dio a pasos agigantados.

Con su producto estrella, que es la sal de gusano de maguey, y la cual los posicionó en el mercado, en este período las ventas incrementaron en 70%.

Producen 150 kilos de sal al mes, "antes sólo le vendíamos a unas cuantas tiendas de la Europea, hoy estamos en toda la República Mexicana", explicó el empresario.

Además, lograron ofertar su producto en tiendas de la Naval, la Castellana, mezcalerías, restaurantes, bares y en platillos de chef reconocidos a nivel mundial.

Los jóvenes empresarios mencionaron que no fue fácil lograr este crecimiento e indicaron que en el mundo de los negocios la perseverancia es fundamental para sobrevivir en el día a día de la empresa.

"Tocamos la puerta con los bancos, pero son bastantes requisitos y se nos cierran las puertas", reveló.

Hasta el momento tienen una deuda de 150 mil pesos (en préstamos familiares), que aseguró están a punto de liquidar. Dicho capital lo utilizaron para lanzar este año un producto nuevo: una sangrita bajo el sello Corazón Real.

Nuestro producto a diferencia de las otras marcas que hay en el mercado, es hecho con ingredientes 100% naturales y se usa especialmente para acompañar un trago de mezcal.

Se elabora con materia prima oaxaqueña como chiles, sal de espuma de mar e ingredientes únicos de la región, "es nuestro segundo hijo, por lo que queremos que sea un producto igual de único y 100% mexicano".

Sangrita Corazón Real, que cuenta con una presentación de 750 mililitros, se puede encontrar en boutiques selectas con un precio de 89 pesos.

Durante este año trabajaron para mejorar la calidad de su sal, otras marcas los quisieron imitar, por ello decidieron poner su toque diferente con sal de espuma de mar de Colima.

Diana Corona Aguirre, de 33 años de edad, y directora general de Gran Mitla, consideró que las ferias y exposiciones son un medio de difusión para dar a conocer un producto, en este camino contaron con el apoyo de la Sagarpa.

La firma se presentó en cinco ferias y desean terminar el 2013 con nueve exhibiciones, "nuestro objetivo es presentarnos por lo menos en una Feria al mes", indicó Corona Aguirre.

La sal Gran Mitla se venderá en los Estados Unidos para lo cual estimaron una producción para exportación mensual de 200 kilos. "Vamos a exportar sal de gusano de gran Mitla en nuestras cuatro presentaciones, un pedido inicial de 70 kilos", reveló Corona Aguirre.

Posicionarán una marca de mezcal "Nobleza Eterna", que se encuentra en proceso de certificación, a un precio en el mercado de 450 pesos por botella.

"Cada año deseamos posicionar un producto nuevo en el mercado, aprovecharemos la ganancia de la sal para desarrollar nuevos productos, y exportar a otros países", detalló.

Jóvenes emprendedores

La mentalidad emprendedora en los jóvenes se desarrolla, principalmente durante sus años formativos, ya que el primer semillero de emprendedores lo encontramos en las escuelas, principalmente a nivel de la educación media superior y universitaria.

Los jóvenes emprendedores de hoy en su mayoría cuentan con una formación técnica o universitaria en proceso, están comprometidos con la sociedad y, sobre todo, son innovadores y creativos.

Una de las virtudes más grandes es su capacidad para encontrar oportunidades de negocios en los lugares menos esperados. El acceso permanente a la información que les proporciona internet, la telefonía celular y la televisión; les permite tomar el pulso a las tendencias y necesidades de los consumidores en tiempo real, un beneficio que hasta hace años era costoso y poco accesible.

En nuestro país, el grupo de edad más activo en materia de emprendimiento corresponde a los jóvenes entre 18 y 34 años, quienes tienen la percepción de que el Emprendedor es una persona exitosa, que cuenta con las capacidades necesarias para lanzar nuevos negocios. En México el emprendimiento se percibe como una buena opción de carrera.

Una buena parte de los emprendedores jóvenes en México inician el emprendimiento como actividad adicional a un empleo, convirtiéndolos en "emprendedores de medio tiempo", que dividen sus habilidades y necesidades entre las demandas de su empleador y la pasión al reto que los caracteriza.

En este escenario, el joven emprendedor debe conocer y considerar los diferentes apoyos disponibles para él, con el fin de llevar a buen término la creación y consolidación de su nueva empresa. Entre estos apoyos destacan, por ejemplo, la creación de redes de contacto (networking) que le permita generar cadenas de valor, así como la asesoría y consultoría disponible a través de las incubadoras de empresas y redes de soporte que acompañan al emprendedor.

Se deberá inculcarles una base de conocimiento sobre emprendimiento que les permita entender y construir nuevos negocios a través de procesos metodológicamente sólidos y con capacidad de consolidación en el mediano y largo plazo con innovación y flexibilidad.

Desde niños deben aprender cultura del emprendedor

Alrededor del 80 por ciento de los pequeños negocios quiebra en los primeros dos años de

existencia ante la falta de creatividad y el miedo a cumplir expectativas, por lo que es necesario inculcar en los niños las herramientas para que puedan crear sus propios negocios y así construir una cultura de emprendedores.

La directora de Business Kids, María del Carmen Cabrera, destaca en ese sentido, la necesidad de despertar a temprana edad los valores de motivación, a fin de que en un futuro el país cuente con emprendedores que puedan coadyuvar al crecimiento económico.

Y es que, mediante el trabajo en equipo, así como el desarrollo de habilidades de negocio se puede generar una cultura y hábitos de negocio y si se mantienen a través de los años, se tendrá a más mexicanos preparados para

invertir o crear un negocio.

“Fomentar desde la infancia es importantísimo y si estas modalidades se adoptan en el programa escolar, podría empezarse a ver lo que es emprender para que el niño pierda el miedo y se empiece a entusiasmar con proyectos de negocio desde chavito”, afirmó Cabrera en entrevista. “Por nuestra parte, la firma se encarga de fomentar la cultura del ahorro y mediante juegos, los niños empiezan a pensar en invertir, y con este tipo de estímulos cuando llegan a una edad adulta ya cuentan con una idea de negocio y el significado de lo que es el dinero”, precisó.

Datos del Global Entrepreneurship Monitor revelan que mientras en otras economías los emprendedores son hombres y mujeres de 18 a 34 años de edad, en México van de 45 a 68 años. Por lo que resaltó la necesidad de incentivar a los niños para que sean nuevos empresarios, pues la falta de una cultura emprendedora obedece en parte a que el sistema educativo ha dado poca importancia a la economía desde los niveles básicos, limitando el

aprendizaje de los niños al no inculcarles las herramientas y valores necesarios para crear sus propios negocios. La directora de Business Kids dijo que para que México crezca debe fomentarse la cultura del emprendedurismo mediante sectores como la exportación.