EL HORNO SE CALIENTA. Los partidos políticos iniciaron ya la auscultación para saber quién deberá ser el torreonense más calificado para sustituir a Eduardo Olmos.
SEGÚN LOS OBSERVADORES políticos, la caballada no parece estar muy gorda, más bien tirando a flaca como dirían los teóricos; por lo pronto asoman de nuevo las mismas caras.
ES PÚBLICO que la semana pasada se autodestapó el panista Jesús de León, a la candidatura por el municipio de Torreón. Este suspirante pertenece a la cuadra y fierro del exprimer compadre del país Guillermo Anaya.
DENTRO DEL MISMO partido azul, se destapó Jorge Zermeño; el mismo que después de muchísimas dificultades de logística, pudo finalmente darle posesión a Felipe Calderón en la Cámara de Diputados, cuando las irritadas tribus perredistas trataban de impedirle se le tomara la protesta de ley como presidente de México. Es Zermeño sin duda un hombre con buen cartel político y miles de seguidores, además. También se ha desempeñado siempre en los cargos públicos que ha ocupado con talento, honestidad y filin' político.
EN EL PARTIDO TRICOLOR las cosas parecen muy claras. La semana pasada se destapó a Miguel Riquelme, sin embargo, no se sintió entre las filas del priismo el consabido aplauso de aceptación ni la estampida de los "búfalos" de aquella tradicional cargada como en los buenos tiempos. Más bien hubo silencio en las oficinas de la avenida Morelos. Es más, el sorprendido fue Paco Dávila a quien ni en cuenta fue tomado y quien hubiera sido un buen prospecto.
Por lo que se refiere a Miguel Riquelme, igual que los otros aspirantes panistas, ha ocupado ya todos los cargos habidos y por haber en Torreón y en Saltillo. Su fuerte han sido los programas clientelares en barrios y colonias, que por cierto en las pasadas elecciones federales no le dieron los resultados esperados; aunque en este caso habrá que reconocer que no fue culpa suya. El fracaso electoral del PRI se debió única y exclusivamente al inefable profesor Mario Cepeda de la CNOP y sus huestes, quienes boicotearon los programas clientelares en las últimas elecciones federales y poniéndolos al servicio de los del ¡PRD!
SOBRE LA POSIBLE candidatura de Riquelme, se viene barajando el nombre de Mario Cepeda Jr. como el posible Primer Regidor en la planilla priista. Esto ha prendido las luces rojas y las alarmas en toda la sociedad de Torreón, pues este señor es precisamente el encargado de recolectar el 20% de comisión sobre el pago de las facturas a los proveedores que hace Simas y de llegar al cabildo, seguramente impondría el mismo sistema en el Ayuntamiento.
POR OTRA PARTE, las luchas internas de los azules ha propiciado que el grupo de Memo Anaya se enfrente al de Jorge Zermeño y José Ángel Pérez, para que el primero no sea candidato a la presidencia municipal por el PAN. Este tironeo pondría en un grave aprieto al exembajador en España, pues si los anayistas ya lo desbancaron cuando su aspiración a la senaduría, no parece difícil que le repitan la misma dosis de veneno para dejarlo fuera.
EN ESTE ESCENARIO Zermeño tendría un segundo plan B que sería: Jugar como candidato ahora bajo la bandera del PRD. Para tal efecto parece que ya ha tenido contactos con nuestro viejo conocido Raúl Sifuentes, quien ahora milita con los amarillos. De formalizarse esta candidatura el más beneficiado sería el PRI, que vería dividida la votación panistas entre el PRD de Zermeño y el PAN de Jesús de León.
EN NUESTRO MUNICIPIO hay 400 mil electores aproximadamente y para que PRI pueda ganar Torreón, según los que saben de estas cosas, Riquelme debería obtener 150 mil votos, número de sufragios que nunca ha logrado el PRI en su larguísima historia. Por otra parte, según las últimas encuestas levantadas por encuestadoras independientes, parece que el único que tendría posibilidades de ganar Torreón por el PRI, sería el diputado Salomón Juan Marcos.
PERO LAS COSAS también se complicarían para el PRI, si en un momento dado el PRD lanza como su candidato a Raúl Sifuentes, cosa que no deja de ser probable.
EL VOTO DE CASTIGO se hizo presente en Coahuila durante las últimas elecciones federales, además existe un descontento generalizado entre la población con relación a la actual administración municipal, asunto que también se verá reflejado en las urnas como voto de castigo. Este tema lo dejaremos para la próxima colaboración, especialmente el análisis sobre el desempeño en la presidencia de Eduardo Olmos y su impacto electoral.
POSDATA
¿Saben mis lectores por qué fueron liberados los perros de Iztapalapa? ¡Le dieron una mordida al MP!
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