La dinastía de los Capetos es equiparable a la historia de los reinos del viejo mundo, esta familia es la más antigua de las casas reales, que hasta nuestros días tiene descendientes como la Reina Isabel II de Reino Unido o el Rey Juan Carlos I de España. Los orígenes de esta familia se remontan a los descendientes de Hugo "El Grande" quien reinó a mitad del 900 d.C.
En la edad media, la Dinastía Capeto en Francia tenía un gran poder y la imagen de Felipe IV "El Hermoso", era el sinónimo de prosperidad. Pero los tiempos de opulencia y ostentación cuestan mucho al tesoro de la Corona, por lo cual el monarca toma decisiones para salvaguardar los intereses de la realeza y nobleza, decisiones cuyas consecuencias trastornarán la línea de sucesión de la Corona francesa.
Esta serie de eventos se inicia con la maldición que el Gran Maestre de los templarios, lanza hacia la Familia Real en 1314 desde las llamas de la hoguera, sentenciado por supuesta herejía. Maurice Druon; historiador, ensayista e historiador francés, relata la historia de esta familia que se ve envuelta en las luchas internas por el poder político y económico, la falsedad y los juicios en los que a todos les ha tocado ser víctimas y victimarios. La secuencia de siete libros titulada "Los Reyes Malditos" narra cómo los herederos de Felipe IV pasan por el trono francés, pero no logran erigir un largo ni mucho menos venturoso reino.
El primer libro de la serie es denominado "El Rey de Hierro" en el cual muestra a la hija del monarca francés, Isabel, a quien despectivamente llamaban "La Loba de Francia", reina de Inglaterra, por su matrimonio con Eduardo II. Ella junto a su primo Roberto de Artois tiene una relación de complicidad en contra de las cuñadas de ella, por las infidelidades en perjuicio del heredero al trono y sus dos hermanos menores. Si bien, el libro muestra a una Isabel melancólica que añora la vida en su patria, también la muestra como la más audaz y capaz de los hijos del rey, pero que por la llamada Ley Sálica no tiene derecho a reclamar el trono, a menos que sea para alguno de sus hijos varones.
Por otro lado, Roberto III de Artois, un personaje que lucha contra cielo, mar y tierra por su derecho a poseer el Condado de Artois, el cual le pertenece a su tía Mahaut, madre de las esposas de los príncipes Luis, Felipe y Carlos por el Trono de Francia. La querella que se desata por la pertenencia de estas tierras lleva a poner a familiares en una lucha sin tregua donde los medios de ataque son bajos y viles, pero negados en una falsedad ante la Corte.
El poder que implica no sólo ser monarca, sino Par del Reino (un título otorgado por proximidad consanguínea), noble o cercano al rey. Es tan atractivo que muchos calumnian, seducen o envenenan por conseguirlo.
Druon detalla la vida de la corte y del pueblo dentro de obra. Su narrativa invita a la imaginación de deleitarse con el rico torrente descriptivo de las escenas que se mezclan en la vida dentro y fuera de los castillos. Menciona lugares de renombre de Francia y hace sentir al lector dentro del contexto en el que ocurren los hechos.
La época de turbulencia política que vivió la familia Capeto en la edad media, da cuenta de cómo la ambición de las personas empuja a accionar por conseguir lo deseado, sin tomar en cuenta a quien afecten estas decisiones. Además la propuesta por Druon es fresca en cuanto a una narrativa comprensible, una vasta descripción de lugares y una trama por demás interesante.