Dicen los expertos: no es algo que no haya sucedido anteriormente, por lo que no debe inquietarnos. Es la manera que tienen los partidos de presionar al gobierno cuando se está en desventaja. Si hay alguna diferencia con las veces anteriores, ésa la hace el actual ocupante de la Casa Blanca. Los opositores no han podido superar el que los haya hecho morder el polvo en dos ocasiones seguidas. No lo dicen, los republicanos se valen de un subterfugio, para casi paralizar el gobierno que preside Barack Obama. No están convencidos de que un hombre de color esté sentado en el lugar que le correspondía, piensan, al héroe de guerra John McCain. Detrás se esconde subyacente un odio a la raza negra que no puede ocultarse, por más que MacCain haya apoyado el uso de la fuerza contra Siria dando un espaldarazo a Obama.
En el reciente pasado, se dice hizo todo lo que pudo para hacer fracasar la reforma del sistema salud y criticó con acidez la reacción estadounidense al ataque contra el consulado en Bengasi, Libia, el 11 de setiembre de 2012. Para acabarla de amolar McCain se había convertido en un feroz crítico ante lo que consideraba una inexistente estrategia estadounidense en contra de Siria, aunque recientemente se convirtió en la más ferviente voz a favor del uso de la fuerza en contra del Gobierno de Bashar al Asad.Dijo McCain a propósito de la entrevista que tuvo con el presidente Obama, que puede confiar en que él, el Senador McCain, respetará su palabra. Añadiendo él me llama, yo lo llamo y he tratado de trabajar con él". Y agregó, como todo buen político, "es lo que la mayoría de las personas que me han elegido desean".
Se dice que en los dos últimos años Estados Unidos ha estado varias veces paralizado por el conflicto continuo entre el presidente Barack Obama y el dividido Congreso. El cierre del gobierno consiste en la suspensión de todos los servicios no esenciales que dependen del Estado Federal teniendo el Gobierno la obligación de mandar a su casa, sin sueldo, a la mayoría de sus colaboradores. Sucede cuando el Congreso no aprueba la legislación para financiar el Gobierno central como suele hacer doce veces al año. Con el comienzo del nuevo año fiscal, aproximadamente 600, 000 se quedan sin empleo y sin sueldo hasta que el Congreso vuelve a autorizar se financie al gobierno. Sólo se mantiene en sus puestos a los empleados esenciales, La Casa Blanca se queda con un cuarto de empleados, más los encargados del servicio de limpieza. La mayoría de los museos de Washington, los parques nacionales o algunos servicios para veteranos estarán cerrados. La NASA cierra casi por completo, fuera del territorio estadunidense, pudiendo haber retrasos en la emisión de visados. Los turistas no podrán visitar la estatua de la Libertad, el parque de Yellowstone o el Capitolio. Total un verdadero caos.
El gobierno ha cerrado en 17 ocasiones desde 1976 aunque la mayoría de las veces durante pocos días. El enfrentamiento más duradero sucedió en la administración de Bill Clinton. Los servicios estatales por desacuerdos con el Congreso se suspendieron 21 días en diciembre después de 5 días de congelación de servicios en noviembre.
El affaire que sostuvo Mónica Lewinsky, según su dicho, con el presidente Bill Clinton tuvo su primer encuentro sexual el segundo día del cierre de gobierno, aclarándose que después ella siguió trabajando en la Casa Blanca. No así la mayoría de funcionarios que se fueron a sus casas. Ella era becaria, los servicios que prestaba no eran substituibles.