DECÍAN LOS GRIEGOS que cuando los dioses querían perder a un hombre (en este caso fue mujer) lo cegaban con el pecado de soberbia. La ambición del poder y la riqueza, finalmente pierden al hombre y lo derivan irremisiblemente a la soberbia.
Muchos de los hombres que han llegan al poder (todos lo hemos visto a través de la historia en cualquier grupo humano), usan enredarse en una compleja telaraña de complicidades a fin de lucrar hasta el infinito y siempre al amparo de los cargos públicos.
LA AVIDEZ POR ACUMULAR riqueza es una adicción inherente a la propia naturaleza humana. Dentro de esta adicción se insertan otros capítulos o temas: su exhibición y la manera y modo como se gasta esa riqueza.
MÉXICO ACABA de ver en toda su magnitud un nuevo caso. La maestra Elba Esther Gordillo Morales fue cegada por los dioses y con el pecado de la soberbia. Pensó poder evadir la realidad y se topó o con la ley. Mujer de humilde origen social y económico, supo, gracias a su esfuerzo, tenacidad, disciplina, dedicación y talento, encumbrarse hasta los más altos estratos del poder político en este país.
Nacida un 6 de febrero de 1945 en Comitán, Chiapas, se dice llegó a la ciudad de México sin conocer una sola persona en aquella gran metrópoli. Se asegura también, que era tan pobre, que materialmente descalza dio sus primeros pasos en el Distrito Federal. Un caso muy significativo de la llamada cultura del esfuerzo. Se trata de una de las carreras políticas más prolongadas e importantes que en la vida política de un México machista haya logrado cualquier mujer.
AL MARGEN DE las debilidades que pueda tener un político ambicioso, Elba Esther tenía esa incorregible debilidad que sufren casi todas las mujeres por su misma naturaleza de género: comprar trapos y garras en lo que parece fue verdaderamente compulsiva.
SEGÚN LOS NÚMEROS que han venido apareciendo a partir de su detención, la maestra se gastó en la elegante tienda de Neiman Marcus de San Diego, California, y en los últimos dos años, la muy respetable cantidad de 27.2 millones de dólares en ropa, accesorios, obras de arte, perfumes, cosméticos, etc., etc.
Su cómplice Isaías Gallardo Chávez sacó de los fondos propiedad de SNTE transferencias bancarias a la tarjeta número 047970004041 de American Express a nombre de la profesora para pagarlos. Maquinó mediante complejas triangulaciones bancarias y depositó en un banco de Suiza y del Principado de Liechtenstein, dos millones de dólares también sustraídos de los fondos del sindicato.
A Ademex una empresa de aviones jet, le pagó 9.4 millones de dólares por servicios y compras también sustraídos de los fondos sindicales. Se le identificaron además dos casas de lujo en la Isla de Coronado en San Diego con valor de 2 millones de dólares. Según la información que aportó la PGR, se le hacían transferencias de las cuentas sindicales a sus propias cuentas bancarias en el extranjero por 1.08 millones de pesos: ¡cada día! La manipulación de dinero propiedad del SNTE rebasa a la fecha los 2 mil millones de pesos, más lo que se acumule durante el proceso.
EL COMPLEJO Comercial de Fashion Valley recibió en transferencias por concepto de pagos por las compras de la maestra, 3 millones de dólares. Como una fanática incorregible de las marcas caras, Elba Esther compraba productos Louis Vuitton, Gucci, Armani, Hermes, Prada y especialmente Chanel, como quien compra baratijas en el mercado.
DICEN LOS LATINOS que para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta y la maestra olvidó de ese elemental principio de política; pues sí tenía la cola y muy larga. También fue adicta a los enfrentamientos, muchas de las veces sin medir el "peso específico" de su contrincante. Se enfrentó a Jonguitud Barrios, a Carlos Salinas, a Ernesto Zedillo, a Roberto Madrazo, a Vicente Fox y a Felipe Calderón.
FINALMENTE QUISO medirle el agua a Enrique Peña Nieto, oponiéndose de manera absurda y sin sentido, a una política de Estado ya decretada en la misma la Constitución General de la República y además aprobada por la gran mayoría de los congresos locales. Se trataba de una norma constitucional promulgada por el constituyente permanente del estado mexicano, pensando equivocadamente que con Peña Nieto podía hacer lo mismo que hizo con Zedillo, Calderón y Fox, pero no fue así.
HOY ESTÁ SUJETA a un complicado proceso penal del cual le será muy difícil salir bien librada. Tendrá que pasarse por lo menos tres años en la cárcel de Santa Martha Acatitla, hasta que cumpla los 70 años de edad, tiempo en que sus abogados podrían solicitar que purgue el resto de la condena en su domicilio.
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