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Los enredos matrimoniales

GENARO LOZANO

Por tercera ocasión el Congreso de Jalisco discute una ley para reconocer públicamente a las parejas del mismo sexo y por primera vez dicha iniciativa de ley parece contar con el apoyo justo de legisladores locales para que sea aprobada, así como de una mayoría de la opinión pública, según afirman Enrique Velázquez, el diputado perredista que la impulsa, y las organizaciones que han apoyado la iniciativa de ley de "libre convivencia".

La aprobación en Ciudad de México de las llamadas sociedades de convivencia, en el año 2006, ha desatado de manera gradual la discusión en nuestro país de cómo reconocer públicamente a las parejas del mismo sexo. Después de la Ciudad de México siguió Coahuila, donde se aprobaron los llamados pactos civiles de solidaridad en enero de 2007.
Después la Ciudad de México aprobó el matrimonio igualitario en 2009. En julio de 2013 Colima aprobó la figura de enlaces conyugales. En México el activismo legislativo ha causado enredos jurídicos que abrirá el camino a más discusiones en las cortes.

De ser aprobada la ley en el Congreso jalisciense, tendríamos entonces en el país un rompecabezas de 5 figuras que reconocen legalmente a las parejas del mismo sexo. Figuras que causan dolores de cabeza a quienes siguieron la discusión legislativa en la Ciudad de México en 2009, la cual ocasionó que la Suprema Corte de Justicia entrara al tema en 2010 luego de que se presentaran cuestionamientos a la constitucionalidad de la reforma en la Ciudad de México. La Corte resolvió a favor de la constitucionalidad de la reforma.

Hay abogados y activistas que han interpretado esa resolución de la Suprema Corte como una invitación a que los congresos locales reformen sus códigos civiles para permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo y que se frustran porque parece como si los legisladores locales de Colima y Jalisco no hubiesen leído el fallo y que por ello aprueban o discuten leyes que son un retroceso jurídicamente hablando, pues los enlaces conyugales y la libre convivencia no son figuras robustas como el matrimonio y son discriminatorias. Por ello, estos abogados y activistas, principalmente del DF, exigen que los activistas de los estados no se conformen con otra cosa que no sea matrimonio, ya que sólo causa enredos en torno a los derechos de las parejas del mismos sexo.

De igual forma, hay algunos abogados, como el oaxaqueño Alex Alí Méndez, que han empezado un activismo judicial en una docena de cortes estatales solicitando amparos para parejas del mismo sexo que solicitan un matrimonio y que se los niegan. En Jalisco fue presentado un recurso de amparo por una pareja de lesbianas y éste se encuentra ahora sujeto a revisión. El trabajo de este abogado es sin duda innovador y podría ser la ruta más importante para que el matrimonio igualitario sea una realidad en todo México.

Para enredar aún más las cosas, en los cuatro congresos locales donde se han presentado iniciativas de ley para aprobar reconocimientos públicos de parejas del mismo sexo no ha habido coherencia ideológica de los partidos políticos. En Ciudad de México, un PRD dominado por AMLO obstaculizó las sociedades de convivencia de 2001 a 2006 y luego bajo el apoyo de Marcelo Ebrard y David Razú aprobó el matrimonio igualitario en 2009. El PAN de Colima dio su apoyo a los enlaces conyugales, pero el PAN de Jalisco se opone a la libre convivencia. Por su lado, el PRI ha sido ambivalente y contradictorio en su apoyo: escondiendo la cabeza con las sociedades de convivencia, luego apoyando los pactos civiles en Coahuila, luego condicionando apoyo al matrimonio igualitario, luego apoyando los enlaces conyugales y ahora apoyando también la libre convivencia.

La ley de libre convivencia de Jalisco complicará aún más el escenario en términos jurídicos, pero su aprobación sería positiva para detonar después la discusión legislativa del matrimonio igualitario y eso lo han entendido los activistas que hoy aceptaron apoyar la ley de libre convivencia pensando en que después demandarán a los legisladores el matrimonio, según me dijo Luis Guzmán de CODISE.

Al final, la aprobación de la libre convivencia en Jalisco enterraría el sexenio de Emilio González Márquez, en el que se declaró públicamente la homofobia del Ejecutivo local. Si Aristóteles Sandoval honra su palabra en campaña y apoya la ley también demostraría que en Jalisco hay un nuevo PRI que defiende estos temas. Además, la libre convivencia podría ayudar a que avance una ley contra la discriminación que también se discute en Jalisco.

El reconocimiento público de las parejas del mismo sexo, en cualquiera de sus modalidades, no pone en riesgo a la sociedad, como tristemente argumentan los opositores a estas leyes. Por el contrario, son el camino indispensable para pasar de una sociedad del asco a una que valora la diversidad, a una sociedad más incluyente, respetuosa y democrática. Por eso yo apoyo esta ley como un paso insuficiente, pero necesario para lo que sigue.

Politólogo e Internacionalista

Twitter @genarolozano

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