Más de dos vasos de leche de vaca al día podrían ser contraproducentes para su hijo.
Lo dicen hasta el cansancio pediatras y nutricionistas: los infantes de más de dos años deben tomar mucha leche de vaca si desean tener un organismo fuerte y saludable. Sin embargo, un reciente estudio asegura que este asunto no es del todo cierto, así que madres del mundo: tómenselo con calma.
Según una nota aparecida en el portal especializado Health.com, médicos del Hospital St. Michael de Toronto, en Canadá, realizaron una investigación con 1,311 niños entre dos y cinco años de edad y concluyeron -después de un seguimiento de tres años- que los que tomaban 2 vasos de leche al día obtenían la cantidad suficiente de vitamina D que requiere su organismo y perdían menos cantidad de hierro que los que ingerían más porciones de la bebida láctea.
"Los investigadores publicaron en el más reciente número de la revista Pediatrics que estudios previos mostraron cómo la leche de vaca incrementa la cantidad de vitamina D en la sangre de los niños pero también reduce los niveles de hierro, el cual se puede obtener de carnes y granos y es importante para desarrollar las funciones cerebrales y prevenir la anemia", se lee en el mencionado website.
Tras los resultados de este estudio (que se basó en el análisis de muestras de sangre de los pequeños) la Academia estadounidense de pediatría (American Academy of Pediatrics) lanzó en su página web un alerta acogiendo la recomendación de los investigadores de Toronto. "Los autores también dejaron claro que es importante dar suplementos de vitamina D en ciertos niños de acuerdo a la época del año, la pigmentación de su piel y la cantidad de tiempo que pasan jugando al aire libre", se lee en el portal www.aap.org.
El pediatra Roberto Fasciani, médico con más de 20 años de experiencia, manifiesta ciertas reservas y hace una salvedad: "Cuando los niños ya han pasado los dos años de edad dejan de ser lactantes, por lo que obviamente su alimentación no puede basarse exclusivamente en leche. A partir de entonces debe empezar a ingerir sólidos varios como carnes, granos y vegetales, de manera de obtener los nutrientes que necesita para su crecimiento, incluyendo el hierro del que se habla en el estudio canadiense. Sin embargo, la leche es fundamental en su dieta. Dos vasos al día (o dos teteros) serán suficientes para ellos siempre y cuando el resto de su alimentación diaria sea balanceada. De lo contrario, no se puede limitar su consumo porque podría ser peligroso para la salud del niño. Recordemos que entre los dos y los cinco años de edad se está formando la masa muscular y ósea y el papel de los nutrientes que se hayan en la leche es vital. Hay que individualizar los casos para tomar decisiones responsables".
Fasciani agrega que sería bueno hacer un estudio similar en Venezuela para ver si el consumo de leche incide de la misma forma en los índices de hierro en sangre de los niños del país. "Nuestra dieta no es igual a la de los que viven en países del norte. En Venezuela se come carne y granos en gran cantidad, los cuales aportan mucho hierro y podrían compensar la supuesta pérdida que ocasiona la alta ingesta de leche de vaca".
En cualquier caso, el especialista pide a los padres consultar con el médico tratante de sus niños antes de reducir las cantidades de lácteos que dan a sus muchachos. "El especialista conoce su récord y sabrá recomendarle qué hacer. La leche es un aliado imprescindible en la nutrición infantil. Eso no lo podemos olvidar".