El Comité Federal de Mercado Abierto (Comité) de la Reserva Federal (Fed) dará hoy a conocer su decisión sobre política monetaria, que los analistas esperan sea mantener las tasas de interés y continuar con el relajamiento monetario.
La transparencia con la que se conocen ahora las intenciones de la Fed no ha sido siempre la misma. Durante varios años, el proceso para llegar a las decisiones del Comité estuvo rodeado de misterio, casi al nivel de secreto de Estado.
En la medida en que los mercados financieros de EU y del resto del mundo se fueron desarrollando y las instituciones sociales, en general, tendieron hacia la transparencia y la rendición de cuentas, la Fed trató también de comunicarse mejor con el público.
Al principio, el avance consistió en comunicar no sólo las medidas que se había decidido instrumentar, sino las consideraciones principales para adoptarlas, lo que llevó a los analistas e inversionistas a tratar de leer entre líneas los mensajes de la Fed para anticipar sus próximas decisiones.
Esta etapa alcanzó su máxima expresión durante la administración de Alan Greenspan como Presidente de la Fed. Con la llegada de Ben S. Bernanke en 2006, se generó la expectativa de que, además, se podría adoptar formalmente el esquema de metas para su política monetaria.
Por ello no fue extraño que en enero de 2012 el Comité anunciara que "después de cuidadosas deliberaciones" se había logrado llegar a un acuerdo amplio sobre varios principios relativos a sus metas de largo plazo y a la estrategia de la política monetaria.
En ese sentido, el Comité expresó que "Al establecer la política monetaria, el Comité procura mitigar las desviaciones de la inflación en relación con su meta de largo plazo y las desviaciones del empleo respecto a lo que el Comité evalúa que es su máximo nivel".
La meta de inflación de largo plazo fue definida por el Comité como "una tasa de inflación de 2 por ciento, medida por la variación anual del índice de precios del gasto de consumo personal", por lo que la diferencia entre las tasas observadas y la meta puede servir de guía para futuros movimientos de la política monetaria.
Con respecto al otro objetivo de la política monetaria en EU, el máximo nivel del empleo, no se estableció en enero de 2012 una meta específica, considerando que se determina principalmente por factores no monetarios que afectan la estructura y la dinámica del mercado laboral.
No obstante, ante la debilidad de ese mercado, evidente con una tasa de desempleo sostenida alrededor del 8 por ciento, en septiembre de 2012 el Comité intensificó la política acomodaticia, aplicando mayores estímulos monetarios que estarían vigentes hasta que las perspectivas en el mercado laboral "mejoren considerablemente".
El amplio margen de discrecionalidad involucrado al interpretar esa mejoría, hizo que la Fed en su comunicado de diciembre pasado especificara que la tasa de interés objetivo de los fondos federales, ubicada entre 0 y 0.25 por ciento, se mantendría en niveles excepcionalmente bajos "al menos mientras la tasa de desempleo permanezca por encima del 6 y medio por ciento".
La inflación y el empleo parecieran, entonces, que ya tienen metas específicas con las que pudiera anticiparse el momento en el que la Fed comenzaría a revertir la política monetaria acomodaticia.
Éste, sin embargo, no es el caso, ya que en el mismo comunicado se agregaron otras condiciones. Que la inflación proyectada uno o dos años hacia delante estuviera no más de medio punto porcentual arriba de la meta de largo plazo (2 por ciento) y que las expectativas de inflación continuaran "bien ancladas".
Además, existen dudas respecto a si debe darse una interpretación precisa a la cifra de la tasa de desempleo por encima del 6 y medio por ciento.
En efecto, James Bullard, Presidente de la Fed de San Luis y miembro actual con voto en el Comité, señaló recientemente que para evaluar la situación en el mercado laboral existen otros indicadores y no sólo la tasa de desempleo, destacando que el mandato de la Fed se refiere más bien al máximo empleo.
En consecuencia, aunque el Comité estableció como parámetros importantes que la inflación se ubique en 2 por ciento y la tasa de desempleo abajo del 6.5 por ciento para suspender los estímulos monetarios, existen otros factores relacionados con la estabilidad de precios y el empleo que pueden modificar la fecha en que se tome esa decisión.
La decisión de hoy de la Fed muy probablemente no despejará esta incertidumbre, pero no debemos perder de vista que lo único seguro es que tarde o temprano la liquidez se drenará y las tasas comenzarán a subir.
Regreso a esta columna en la semana de Pascua.