Faltan pocas horas para que el 2013 llegue a su fin. Es un buen momento para reflexionar sobre el devenir de la humanidad en el año que está por terminar. Pero también para que lo hagamos respecto a la forma en que cada uno de nosotros se ha comportado a lo largo de los últimos doce meses.
Es importante señalar que si buscamos la transformación de nuestro país, el estado y los municipios de la Comarca Lagunera, tenemos que estar convencidos de que para que eso suceda, primero debemos cambiar nosotros. Lo demás, será consecuencia natural de ese cambio personal.
2013 se caracterizó por un despertar de la conciencia ciudadana. El mal desempeño de las autoridades municipales generó un boom de organizaciones civiles, particularmente en Torreón, dispuestas a señalar los errores del gobierno al mismo tiempo que presentaban propuestas para mejorar las condiciones de vida.
La participación ciudadana es indispensable para vigilar y exigir un mejor desempeño de las autoridades de los tres niveles de gobierno. Sólo la presión de los ciudadanos puede obligar a los políticos a hacer su trabajo sin fines partidistas o particulares.
Por desgracia 2014 inicia con varias asignaturas pendientes desde hace varios años atrás. Obras inconclusas en los principales municipios de la región son parte del mosaico de pendientes que se vienen arrastrando, pero sin duda los más importantes para el grueso de la población son el recuperar por completo la paz y el generar empleos.
La Laguna debe recuperar sus niveles de competitividad y de calidad de vida, pero este esfuerzo no es sólo de las autoridades sino que toda la sociedad está obligada a actuar para construir una mejor región y por ende un mejor país. Feliz año 2014.