Los últimos son los primeros

Para Francisco Saldaña, la jornada de ayer fue sin duda una de las más intensas de su vida, donde puso a prueba su resistencia física y mental, todo con el objetivo de probarse a sí mismo sus propios alcances.

Tras seis horas, 38 minutos y 25 segundos de gran determinación, este ateta lagunero cruzó la meta y vio cumplido así su gran sueño de correr un maratón, apuntándose el triunfo deportivo más importante de su trayectoria como corredor, logrando el reconocimiento de propios y extraños.

Para este torreonense de 54 años de vida, jubilado de la Comisión Federal de Electricidad, no importó ser el último atleta en cruzar ayer la meta del XXV Maratón de La Laguna, ya que fue tan inmensa su satisfacción por alcanzar su meta que se sintió todo un triunfador.

Ese sentimiento fue compartido por los propios miembros del comité organizador, quienes en un gesto de solidaridad y simpatía con este esforzado deportista, lo encontraron y acompañaron en los últimos 200 metros de su recorrido, impulsándolo a dar su último gran esfuerzo, a la par del público que aún después de casi siete horas de competencia, permanecía en el graderío del área de meta.

Alcanzada la meta, fue recibido por su familia y amigos, quienes mostraron su afecto a este desfallecido deportista, quien orgulloso 'presumió' su medalla, prueba de que cumplió con el reto que se había impuesto y para el cual se preparó durante varios meses.