Losers, los nuevos ídolos de la TV
No son perfectos ni populares en el ambiente que los rodea, incluso algunos podrían ser clasificados como anormales o inadaptados, pero en los últimos cuatro años se han convertido en los personajes favoritos de los adolescentes porque reflejan diversos aspectos de su cotidianidad.
El grupo de divertidos nerds que protagoniza la serie The Big Bang Theory, o el coro de una escuela secundaria de Ohio, cuyos miembros son considerados como perdedores, pero con un extraordinario talento artístico (estrellas de la exitosa serie Glee), son ejemplo de los iconos que la actual generación de jóvenes y niños siguen a través de la televisión, el cine, los libros e Internet.
"Los chavos, en este momento, tienden a identificarse con personajes que en otros tiempos eran rechazados, porque ahora vivimos una época de profunda individualidad, todos nos sentimos alienados, diferentes", explicó el experto y crítico en TV, Álvaro Cueva.
Tal vez por eso quedaron un tanto relegados programas como Beverly Hills 90210, Gossip Girl o The O.C., clásicos de los años 80 y 90 que ofrecían a través de sus protagonistas un modelo aspiracional que poco tenía que ver con el contexto social y económico de la mayoría de la población teen, con personajes con un nivel de vida elevado y con un aspecto físico parecido a un modelo de pasarela.
El conductor del programa Alta Definición cree que series como Split, Skins, True Blood, The Vampire Diaries o Quiero Ser Humano conectan muy bien con el público joven, porque de manera directa o metafórica hablan de las mismas problemáticas con las que cualquiera tiene que lidiar en algún momento: el "bullying", los desórdenes alimenticios, las adicciones, el enamoramiento y la búsqueda de aceptación, etcétera.
"Los adolescentes actuales son como estos personajes, son solitarios, que buscan el amor y que viven lo que finalmente viven todas los chicos en las escuelas", señaló Cueva.
"Estoy convencido de que este boom de losers y monstruos en la juventud tiene que ver con la profunda soledad a la que se están enfrentando los chicos y chicas del siglo XXI, ante una realidad tan llena de tecnología, tan ausente de contacto directo, y donde todos finalmente nos sentimos perdedores, nos sentimos monstruos", señaló Cueva, al hacer un recuento rápido de todas las series, películas y dibujos animados que han surgido en los últimos años siguiendo esta línea.
True Blood, The Big Bang Theory, Mi Niñera es un Vampiro, Los Hechiceros de Waverly Place, Glee, Teen Wolf, The Vampire Diaries, etcétera, son algunos ejemplos de este fenómeno.
"A mí no se me hace casualidad que los super títulos que están triunfando como Glee sea eso (casualidad), porque son como caricias para el alma, es encontrar un espejo, un referente, para no sentirse tan solo, para no sentirse tan mal", explicó.
Pero Álvaro también destaca el mensaje positivo que estas historias llevan implícitas."Teen Wolf, en teoría son chavos que son rechazados por ser hombre lobo, pero en verdad son símbolos sexuales, o los de Glee, que son triunfadores", agregó.
TENDENCIA TEMPORAL Como reflejo de una realidad, Álvaro considera que esta tendencia también tendrá que pasar.
"Cada generación tiene su tipo de historias. Tiempo atrás todo era del espacio, todo era 'Star Wars', todo iba por el asunto de los extraterrestres, los marcianos y de más, pero más para atrás todo era de vaqueros; ahora todo tiene que ver con monstruos, fantasmas y supuestos fracasados, esto finalmente durará una buena cantidad de años y luego será sustituido por otra cosa, pero ojo, va a perdurar para siempre".
Inadaptados y millonarios
The Big Bang Theory es la serie que ha logrado convocar a 16.32 millones de espectadores tan sólo con un capítulo (el 17 de la tercera temporada), pero también sus actores se encuentran entre los mejor pagados, como Kaley Cuoco (Penny) que gana 300 mil dólares por capítulo, sus compañeros Jim Parsons (Sheldon) y Johnny Galecki (Leonard) tienen un ingreso un poco menor, alrededor de 250 mil dólares por episodio.
La serie tiene 3 millones de descargas.
Por su parte, Glee es un verdadero fenómeno, porque además de llevar cuatro temporadas, ha vendido más de 36 millones de sencillos en formato digital, más 11 millones de discos a nivel mundial. El costo de producción por episodio es de 3 millones de dólares. Lograron un nivel de audiencia de 39.5 millones de espectadores en el capítulo especial después del Super Bowl. Lea Michele (Rachel) gana 75 mil dólares por episodio, Chris Colfer (Kurt), 45 mil, y Jane Lynch (Sue Silvester), 55 md.
