Gustavo Madero puso cara de palo cuando le gritaron ¡déspota! y ¡tramposo!, preludio de su inminente inhumación como líder del PAN. Jamás sucedió un escándalo de tantos odios en el panismo, al grado que el expresidente emblemático blanquiazul, Luis H. Álvarez, musitó: "estoy muy triste".
En otro escenario, el perredista Jesús Zambrano quedó atado de pies y manos, como ejecutado, al ser advertido de no apoyar reformas a la Constitución en materia energética ni aceptar aumentos al IVA.
Madero y Zambrano están comprometidos en el Pacto por México y la debilidad de ambos en sus partidos pone en riesgo a la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto, quien al presentarla habló de "contratos de utilidad compartida" con el sector privado, lo cual desató controversia, ayer mismo, por la implícita cesión de recursos.
El primer mandatario desea la modificación de los artículos 27 y 28 de la Constitución y para ello requiere dos terceras partes de los votos del Congreso de la Unión. No contará con los de "izquierda" -PRD, PT y Movimiento Ciudadano- y salvaría la reforma si se pronuncian por unanimidad los de PAN, PRI y Verde Ecologista.
Con el vendaval del sábado anterior en Acción Nacional, el panorama cambió y se ignora cuántos blanquiazules se pronunciarán por el proyecto peñista, así se diga que el bando del controvertido calderonista, Ernesto Cordero, decidió sumarse a la iniciativa priista.
EL PAN SE DIVIDIÓ
La mayoría de los 4 mil 934 delegados estaba contra el cambio a los estatutos del PAN, suspendido en marzo pasado, y el conductor de la asamblea, Marko Cortés, hubo de asestar el golpe artero. Preguntó: "¿Está suficientemente discutido?" Y sin esperar el conteo aproximado a mano alzada declaró en voz baja: "Evidentemente mayoría". Entonces estalló el griterío: ¡no!, ¡no!, ¡fraude!, ¡bandidos!
Mediante ese albazo, la elección del Comité Ejecutivo Nacional y dirigentes de los estados serán con votos de militantes y no a través de delegados. Quedan cancelados los tradicionales "dedazos" panistas.
En ese ambiente de manotazos y leperadas, al estilo de los protagonizados por perredistas, la diputada Priscila Vera logró aproximarse al presidium y afirmó: "¡Ustedes verdaderamente son como Carlos Salinas, ni nos ven ni nos oyen!"
Los insultos seguían: ¡Madero, eres un tramposo! ¡déspota! ¡estás vendido con Peña Nieto! Y mientras le lanzaban la papelería de los estatutos que no fueron discutidos, el propio Madero clausuró la asamblea y ayer amenazó a los rijosos. Según dijo, todo quedó filmado y serán investigados.
En ese evento se vio claramente que Madero no tendrá oportunidad de reelegirse y menos si amenaza a sus adversarios de partido. Ahora son perfiladas para conducir al PAN la candidata presidencial perdedora, Josefina Vázquez Mota y ¡Margarita Zavala!, esposa de Calderón. Es como si todos los del sexo masculino estuvieran chamuscados.
EL PRD
E perredista Jesús Zambrano seguirá en el PRD, pero impedido por su Consejo Nacional a pactar reformas constitucionales "ante el riesgo de la reforma petrolera" y tampoco habrá de involucrarse en la "reforma hacendaria regresiva", tendiente a incrementar cargas fiscales.
Debido a los bamboleos de los líderes del PAN y PRD, la presencia de Madero y Zambrano en el Pacto por México se derrumba, pero el presidente Peña Nieto está decidido a sacar adelante su proyecto de abrir petróleo y energía eléctrica al capital privado. Su iniciativa podría quedar en el viento de no lograr el total de los votos panistas.
GOBERNACIÓN
El enojo de generales, tanto de los de activo como retirados, dio lugar a que el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, cortara de tajo las habladurías del liderzuelo Plácido Valero, quien proyecta una consulta en 40 municipios para determinar si continúan el diálogo con el Gobierno federal o mantienen sus maniobras de "autodefensa".
Valero exige que sus pupilos no sean desarmados ni los militares penetren en sus comunidades. Pero ya sabe que con el Ejército no se juega ni van a ser permitidos nuevos "arrestos" de soldados. Ya era hora.
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