Maestros chiapanecos declararon hoy el inicio de la fase de resistencia y desobediencia contra las leyes secundarias de la reforma educativa, anunció el secretario general suplente de la sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Manuel de Jesús Mendoza Vázquez.
El dirigente sindical explicó que la desobediencia y resistencia magisterial consiste, entre otras acciones, impedir el censo del INEGI en escuelas, las evaluaciones, la desaparición de turnos y horarios de tiempo completo.
Los docentes federalizados y estatales, agremiados en las Secciones 7 y 40 del SNTE, respectivamente, retornaron a las aulas este lunes, después de 87 días de paro laboral y plantón.
Mendoza Vázquez informó que el regreso a las aulas se realizó sin incidentes.
Por su parte, Ricardo Aguilar Gordillo, secretario estatal de Educación, dijo también que todo el sistema educativo chiapaneco trabaja con normalidad.
El funcionario planteó que "con esfuerzo" se podrán recuperar el tiempo escolar perdido en el plantón.
"Hacer un gran esfuerzo por los días en que se suspendieron actividades en la mayoría de las escuelas de los sistemas estatal y federal (...) tenemos que redoblar el trabajo y lograr un sistema educativo fuerte, vigoroso, exitoso", exhortó.
El funcionario estatal aseguró que la Secretaría estatal de Educación no permitirá que se agreda a nadie por sus ideas.
"El sistema es fuerte y está por encima de las diferencias; buscaremos cómo restablecer las diferencias que se hayan generado en cada una de las escuelas, privilegiando en todo momento, la concordia, los acuerdos", sostuvo.
En tanto, el dirigente magisterial Mendoza Vázquez precisó que solamente en ciertas escuelas de municipios indígenas como San Juan Chamula y San Andrés Larraínzar no reiniciaron labores.
En tales centros educativos se analiza en asambleas el retorno de los maestros, porque fueron echados poco después de que inició el paro. Este martes se conformarán la mesa de diálogo para tratar esos casos.
El dirigente sindical afirmó que los maestros están dispuestos a recuperar las clases perdidas.
En algunos casos, explicó, se plantea extender el horario: entrar una hora antes, o salir una hora después. En otros, laborar días festivos y fines de semana.