En pocos segundos, una avalancha de cientos de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pedía ante la taquilla un boleto del Metro.
Ante la interminable fila y la cantidad de personas que se desesperaron en la espera, un grupo de maestras murmulló: "Metro popular, Metro popular", bastó eso para que los manifestantes tomaran los torniquetes por asalto e ingresaran gratuitamente al Metro.
Los trabajadores de vigilancia de la estación, primero intentaron ordenar el acceso y minutos después no les quedó más que establecer recomendaciones para el libre tránsito de los marchistas.
Una vez que concluyó la movilización de maestros disidentes, en las inmediaciones del Palacio de Justicia, ubicado en las inmediaciones de la Cámara de Diputados, los maestros se dirigieron en bloque hacia la estación San Lázaro de la línea 1 del Metro.
En principio los maestros intentaron hacer fila para adquirir los boletos pero debido a que la compra era lenta, los maestros instauraron el "Metro libre". Una nueva modalidad frente a la liberación de casetas y el "secuestro de vehículos".
A poco más de dos meses de presencia en la ciudad de México, los manifestantes realizaron una vez más el regreso al plantón, ubicado en el Monumento a la Revolución, utilizando el Metro como ruta de transporte, sólo que en anteriores ocasiones lo hicieron en operación hormiga. En esta ocasión los maestros recurrieron al Metro al mismo tiempo.