Pese a la correlación que el peso tiene respecto de las noticias y expectativas de la economía de Estados Unidos, la divisa mexicana ha sido la menos afectada por la situación del vecino país del norte, consideró Base Banco.
La directora de Análisis Económico-Financiero del banco, Gabriela Siller, refirió que el tipo de cambio que inició 2013 cotizando en 12.89 pesos por dólar muestra una depreciación de 1.64 por ciento, ubicándose en el sitio 118 de entre las 180 divisas a nivel global, sin embargo, si se consideran sólo los últimos tres meses se sitúa en el lugar 160.
De ahí que pese a los fuertes movimientos de la moneda mexicana frente al dólar, “el peso está lejos de ser la más afecta por la situación de Estados Unidos, a pesar de la fuerte correlación que la economía mexicana tiene con ese país”.
Y es que, explicó, el tipo de cambio sigue mostrando una alta correlación con las noticias y expectativas de la economía de Estados Unidos.
En particular, dijo, con las relacionadas con la política fiscal (con el cese temporal del gobierno y la necesidad de incrementar el techo de la deuda) y la política monetaria (con la expectativa de recorte de estímulos y los comentarios en todas direcciones de los dirigentes regionales de la Reserva Federal).
Así, la divisa mexicana ha alcanzado en el año una cotización mínima de 11.93 pesos por dólar (el pasado 9 de mayo) y una máxima de 13.46 pesos (el 3 de septiembre) con una desviación estándar anualizada de las apreciaciones y depreciaciones de 11 por ciento.
No obstante, destacó Siller Pagaza, en el año el rial iraní es la divisa más depreciada con una caída de 50.4 por ciento frente al dólar, seguida de la libra de Siria con un descenso de 48.26 por ciento y el bolívar venezolano con 31.74 por ciento.
De las monedas latinoamericanas la más depreciada después del bolívar venezolano es la divisa argentina, la cual inició el año cotizando en 4.9237 pesos por dólar y a la fecha muestra una pérdida de valor de 18 por ciento; seguida del real brasileño con una depreciación de 8.0 por ciento.
El euro que ha sido también fuente de incertidumbre se ha apreciado 2.6 por ciento, mostrando una volatilidad cercana al 8.0 por ciento.